Estados Unidos advirtió el miércoles a Corea del Norte que arriesga su “destrucción” si continúa con su programa armamentístico, luego de que el presidente Donald Trump se jactara del poderío estadounidense ante la creciente inquietud internacional.
Un día después de prometer “fuego e ira” a Pyongyang “como el mundo nunca ha visto”, Trump celebró en Twitter haber modernizado el arsenal nuclear de Estados Unidos, que “ahora es mucho más fuerte y más poderoso que nunca”, escribió.
“Espero que nunca tengamos que usar este poder”, agregó, tras su advertencia sin precedentes al régimen de Kim Jong-un, que ha amenazado con atacar con misiles nucleares territorio estadounidense.
Lejos de apaciguar las aguas, el secretario de Defensa estadounidense, Jim Mattis instó por su parte a Corea del Norte a “renunciar” al desarrollo de armas nucleares y dejar de fomentar acciones que llevarían “al fin de su régimen y a la destrucción de su pueblo”.
En línea con los tuits de Trump, el jefe del Pentágono minimizó el poderío militar de Pyongyang, aseverando que “perdería cualquier carrera armamentística o conflicto que se iniciara” con Estados Unidos.
Las repercusiones de los tuits de Trump y su incendiaria andanada del martes desde su club de golf en Nueva Jersey, donde está de vacaciones, afectaron a la baja al dólar, a las principales bolsas mundiales y despertaron inquietudes.
China exhortó a evitar “las palabras y actos susceptibles” de agravar la tensión, en tanto Berlín pidió “moderación” a ambas partes. Francia, en tanto, elogió la “determinación” de Trump ante Pyongyang.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, se dijo “preocupado”, y llamó a través de su portavoz a reducir las tensiones y apelar a la diplomacia.
A instancias de Washington, la Organización de las Naciones Unidas endureció días atrás las sanciones a Pyongyang por su programa nuclear, que podrían costarle al régimen norcoreano 1.000 millones de dólares anuales.
– “No hay para dónde correr” –
Pyongyang, por su parte, evaluaba atacar con misiles balísticos de medio alcance las inmediaciones de las bases militares estadounidenses en la isla de Guam en el Pacífico, según reportes de la agencia oficial KCNA.
Sin embargo, Estados Unidos descartó una “amenaza inminente” para ese estratégico enclave militar, donde tiene desplegados unos 6.000 soldados, u otros objetivos de ese país, confiado en que la presión diplomática prevalezca.
“Creo que los estadounidenses deben dormir bien, sin tener ninguna preocupación sobre esta particular retórica de los últimos días”, dijo el jefe de la diplomacia estadounidense, Rex Tillerson, tras justificar el “mensaje fuerte” del presidente Trump “en un lenguaje que Kim Jong-un pueda comprender”.
Ante trascendidos de que los comentarios de Trump habían sorprendido a su círculo más cercano, la portavoz de la Casa Blanca Sarah Huckabee Sanders dijo que el Consejo de Seguridad Nacional y otros funcionarios sabían que “el presidente iba a responder (…) con un mensaje fuerte en términos inequívocos”.
La remota y paradisíaca isla de Guam, de apenas 550 km2 y donde viven 162.000 personas, en su mayoría dedicados al turismo, permanecía el miércoles en calma frente a la amenaza norcoreana. El gobernador Eddie Calvo minimizó los dichos de Pyongyang, pero señaló que el territorio está “preparado para cualquier eventualidad”.
“No es que haya algo que podamos hacer de todos modos, esta es una isla pequeña, no hay para dónde correr”, dijo el residente James Cruz a la AFP, desde la capital Agaña.
– Rápido avance –
La retórica de Trump ha ido en aumento con Pyongyang tras conocerse dos pruebas exitosas de misiles balísticos intercontinentales (ICBM) por parte del régimen de Kim.
La primera prueba, que Kim describió como un regalo a los “bastardos estadounidenses”, mostró que el dispositivo podía alcanzar Alaska. La segunda sugirió que podría incluso llegar a Nueva York.
El martes, el diario The Washington Post reportó que Corea del Norte estaría en capacidad de colocar pequeñas ojivas nucleares en esos misiles, según un informe de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA, por sus siglas en inglés).
El Post también señaló que otra evaluación de inteligencia estimó que Corea del Norte tiene ahora hasta 60 armas nucleares, más de lo que se pensaba.
Algunos especialistas aseguran que Pyongyang aún debe superar obstáculos técnicos, en especial para lograr miniaturizar una ojiva nuclear para introducirla con éxito en un misil.
Pero pese a las discrepancias, todos están de acuerdo en que Corea del Norte avanza rápidamente en su carrera de armas nucleares desde la llegada al poder de Kim en diciembre de 2011.