“¿Tengo un tatuaje de la MS-13 Eso me convierte en un animal también?, cuestionó un expandillero al presidente estadounidense Donald Trump, quien anunció una guerra contra una de las pandillas más sangrientas del continente.
Gerardo López, de 39 años, hijo de madre mexicana y padre argentino, pasó ocho años en esa pandilla, y a los 22 años la abandonó.
Trump prometió recientemente erradicar a los “animales” que integran la “MS-13” y López le envió un extenso mensaje, acompañado de una fotografía donde muestra los tatuajes en su torso.
López, diplomado en Justicia Criminal y director ejecutivo de la organización que ayuda a los jóvenes a rechazar la violencia, dijo a Univisión que publicó la foto de su torso para reclamar que si una persona tiene tatuajes de su pasado no debe ser como un animal, porque “una persona puede cambiar”.
El expandillero contó que ingresó en la pandilla a los catorce años de edad, en un barrio pobre de Los Ángeles donde los jóvenes tenían pocas oportunidades, y pasó por varias prisiones juveniles.
El activista explicó que el error del Gobierno de Trump contra las pandillas consiste en encarcelar a los delincuentes sin ofrecerles oportunidades de rehabilitación.
Donald Trump dice que acabará “muy pronto” con la Mara Salvatrucha.
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— Emisoras Unidas (@EmisorasUnidas) 15 de mayo de 2017