El balance del terremoto que sacudió el martes la provincia china de Sichuan aumentó a 23 muertos tras el descubrimiento de otros tres cuerpos, anunciaron este viernes las autoridades locales.
Los tres cadáveres fueron hallados en un autocar que cayó al fondo de un barranco, señaló un responsable del distrito de Aba, epicentro del sismo. El nuevo balance señala también 493 heridos, 45 de ellos graves.
El terremoto, de magnitud 6,5 según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), se produjo en una zona montañosa y de difícil acceso de la meseta tibetana que alberga la reserva de Jiuzhaigou, un parque natural muy concurrido en verano.
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Este parque, famoso por sus lagos color turquesa en los que se reflejan las montañas, está inscrito en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO. Pero sus idílicos paisajes fueron transformados por el terremoto, que vació algunos lagos y provocó torrentes de lodo.
Unas 70.000 personas, en su mayoría turistas, tuvieron que ser evacuadas de la zona siniestrada, según la prensa estatal.
El sismo reavivó entre la población local el traumático recuerdo de un terremoto de magnitud 8 que dejó 87.000 muertos y desaparecidos en la región en 2008.