El presidente salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, anunció este sábado que en los próximos días se pondrá en marcha nuevas medidas “punitivas” para combatir las incesantes extorsiones que efectúan las violentas pandillas.
“Vamos a lanzar medidas más fuertes, medidas punitivas más fuertes contra la extorsión”, señaló el mandatario en un discurso en el marco de su programa Gobernando con la Gente en la ciudad de Atiquizaya, 85 km al oeste de San Salvador.
El endurecimiento de las medidas contra la extorsión ocurre luego que en junio pasado se puso en marcha un plan para atacar las extorsiones y que, en ese entonces, incluyó el incremento de las acciones de detección por parte de la Fiscalía y la Policía.
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Según cifras del ministerio de Justicia y Seguridad, en 2016 se contabilizaron 2.066 denuncias de extorsión en todo el país, 8% menos que el año precedente. En 2016 las autoridades detuvieron a 759 pandilleros por el delito de extorsión.
No obstante, distintas organizaciones defensoras de derechos humanos en el país consideran que las cifras oficiales sobre el delito de extorsión distan mucho de reflejar la verdadera magnitud del fenómeno, esto debido a que muchos afectados prefieren no denunciar.
El viernes, la relatora especial de las Naciones Unidas sobre los derechos humanos de los desplazados internos, Cecilia Jiménez, señaló en un informe preliminar tras una visita de cuatro días a El Salvador para constatar el problema de los desplazamientos internos por causa de la violencia pandillera, que fue informada del “impacto devastador” de la violencia, especialmente de las pandillas.
La relatora señaló que en el caso de las extorsiones, fue informada que “la extorsión de personas y pequeños negocios es generalizada”, y es vista “como un impuesto de las pandillas a las comunidades locales”.
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Este sábado, el presidente Sánchez Cerén no entró en detalles sobre las nuevas medidas que su gobierno pondrá en marcha contra el flagelo.
“Nos comprometimos este año a trabajar mucho por terminar la extorsión en el país y estamos caminando sobre ello y por ello vamos a continuar llevando medidas drásticas, porque no podemos permitir que la población esté amenazada”, sostuvo el gobernante.
En El Salvador la extorsión de las pandillas afecta a los pequeños negocios familiares en barrios y colonias, pasando por las empresas de transporte público, comercios en las ciudades y personas particulares.
El Salvador registra en lo que va del año un promedio de 54 homicidios por cada 100.000 habitantes, en su mayoría atribuidos a la violencia generada por las pandillas, que cuentan con unos 70.000 miembros.