Irán probó su nuevo sistema antimisiles Bavar 373, comparable al S-300 ruso, que será entregado a las fuerzas armadas antes del fin de marzo de 2018, anunció el comandante de defensa antiaérea, citado por la televisión estatal.
Además, la cadena pública difundió imágenes de una base “secreta” de drones de observación y de combate, situada en medio del desierto.
“Se completó todo el sistema y se llevaron a cabo los ensayos”, declaró el general Farad Esmaili. “Este sistema está fabricado totalmente en Irán y algunas partes son diferentes a las del S-300”, agregó, precisando que Teherán pretende utilizarlo “en paralelo al S-300” ruso.
Irán decidió construir el Bavar 373 cuando Rusia suspendió, en 2010, un contrato cerrado tres años antes que preveía la entrega del sistema S-300.
La suspensión del contrato se derivaba de las sanciones que impusieron las potencias occidentales y la ONU para obligar a Teherán, al que acusaban de querer dotarse del arma atómica, a cesar sus actividades nucleares sensibles.
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Pero, tras el acuerdo alcanzado en julio de 2015 entre Irán y las grandes potencias, que incluía un levantamiento progresivo a cambio de que Irán garantizara la naturaleza exclusivamente pacífica de su programa nuclear, Moscú autorizó de nuevo la entrega de los componentes del S-300.
Y, pese a los recelos de Estados Unidos y los países europeos (Francia, Reino Unido y Alemania), que instan a Irán a abandonar su programa de misiles, el ministro de Defensa iraní, el general Amir Hatami, afirmó el sábado que su país tenía “un plan específico para desarrollar la capacidad de los misiles” de su arsenal.
Asimismo, la televisión iraní divulgó el domingo imágenes de una base “secreta” con decenas de drones operacionales y de observación, situada en pleno desierto iraní.
“Si fuera necesario, un número considerable de águilas rápidas [drones] golpearán el cuerpo del enemigo”, declaró el general Esmaili desde esta base.
Estados Unidos afirmó que se habían evitado dos incidentes, por poco, en agosto entre drones rianíes y fuerzas aeronavales estadounidenses en la región del Golfo.
Irán ha desarrollado numerosos drones de ataque y de observación en los últimos años, un programa criticado por Estados Unidos.