El Gobierno francés se está planteando prohibir los celulares en los centros de secundaria, aunque las asociaciones de padres de alumnos dudaban el miércoles de que la medida pudiera ser factible.
“Tenemos que encontrar la manera de proteger a nuestros alumnos de la distracción que causan las pantallas de los teléfonos”, declaró el ministro de Educación francés, Jean-Michel Blanquer, en una entrevista publicada eesta semana por la revista L’Express.
El ministro recordó que el uso de los celulares ya estaba prohibido durante las clases pero propuso ir más lejos.
“En el Consejo de ministro, depositamos nuestros celulares en las taquillas antes de reunirnos. Me parece que esto es factible en cualquier grupo humano, incluyendo una clase”, precisó.
Pero la Peep, una de los grandes federaciones de padres de alumnos en los establecimientos escolares públicos, se mostró más escéptica el miércoles.
“El presidente [Emmanuel Macron] había hablado de ello en campaña. La cuestión es: ‘¿cómo lo hacemos?'”, declaró Gérard Pommier, presidente de la Peep, en la rueda de prensa ofrecida con motivo del inicio del curso escolar.
“No creemos que se den las condiciones [necesarias]”, agregó. “Imaginemos una centro de secundaria de 600 alumnos. ¿Ponen todos sus teléfonos en una caja? ¿Cómo se hará para almacenarlos? ¿Y para devolvérselos a su propietario [cuando terminen las clases]?”, añadió el presidente de la Peep, señalando problemas de locales y de personal.
En el capítulo dedicado a la Educación del programa electoral de Emmanuel Macron, elegido presidente en mayo, figuraba la prohibición de los celulares en las escuelas de primaria y secundaria.