Una madre que obligó a su hija a tener relaciones sexuales con unos 200 hombres al mes ha obtenido libertad condicional.
La mujer de Tasmania fue sentenciada a 10 años de prisión por vender a su hija de 12 años como prostituta con la ayuda de su novio, Gary John Devine, de 51 años.
La mujer estará en esta situación hasta el 21 de febrero de 2020.
Los ingresos obtenidos de forzar a la niña de 12 años a la prostitución durante un mes en 2009, fueron gastados en drogas en aquel entonces, pero la criminal hizo trabajo en prisión hasta cancelar el monto.
Varios medios han catalogado la libertad de la implicada como injusta debido a la terrorífica acción que cometió.