Los animales de la Amazonia sufren con la actividad turística en la región, que en muchos casos somete a especies como el delfín rosa o el perezoso a varias sesiones de fotos, advierten activistas de World Animal Protection.
Aumento de selfies con animales
La organización, con sede en Inglaterra, publicó esta semana un informe en el que afirma que desde 2014 las fotos de personas con animales en Instagram han aumentado en todo el mundo. Y en 40% de ellas, los humanos aparecen “abrazando o interactuando inadecuadamente con un animal salvaje”.
A menudo, los animales son capturados y maltratados antes de ser exhibidos a los turistas, apunta World Animal Protection, que se infiltró en excursiones en la selva amazónica de Brasil y Perú para registrar estas interacciones.
“Detrás de las cámaras, estos animales suelen ser sometidos a golpes, apartados de sus madres cuando bebés y secretamente guardados en lugares sucios, estrechos; o son cebados reiteradas veces con alimentos que pueden tener un impacto negativo a largo plazo en su organismo y comportamiento”, afirma el grupo.
“Con demasiada frecuencia, los turistas desconocen completamente esta crueldad que hace a los animales sumisos y disponibles”, añade.
En la ciudad brasileña de Manaus, capital del estado de Amazonas, 94% de los 18 paseos turísticos visitados por World Animal Protection ofrecían la oportunidad de “sostener y tocar animales salvajes” para tomarse fotografías.
En dichos paquetes, el delfín rosado era el animal más ofrecido por los operadores para este tipo de contacto, seguido del perezozo de tres dedos, cocodrilos, anacondas verdes y monos.
Roberto Cabral, coordinador de las operaciones de fiscalización del Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama), dijo que mantener animales en cautiverio para estos fines es ilegal en Brasil y que lamentablemente esto “ocurre”.
AFP.