El Kurdistán iraquí, que celebró recientemente un referéndum sobre su independencia, es una región autónoma desde 1991, rica en petróleo, que se convirtió en aliada de la coalición internacional antiyihadista.
– Petróleo y estancamiento económico –
Situada en el norte montañoso de Irak, esta región tiene más de 4,5 millones de habitantes -entre el 15 y el 20% de la población iraquí-, en su mayoría kurdos, aunque también alberga a una minoría turcomana.
Sus lenguas oficiales son el kurdo y el árabe, y su religión mayoritaria es el islam sunita.
El Kurdistán se compone de tres provincias: Dohuk, Erbil y Solimania, pero los kurdos iraquíes reclaman otros territorios a Bagdad, especialmente la provincia multiétnica y petrolera de Kirkuk.
La región afronta una complicada situación económica, causada sobre todo por la caída de los precios del petróleo, su principal fuente de ingresos. Los gastos militares necesarios para luchar contra los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) también tienen consecuencias sobre su presupuesto.
– Campaña contra el EI –
Las fuerzas kurdas son un aliado clave de la coalición liderada por Estados Unidos, con cuya ayuda lograron expulsar a los yihadistas de las zonas fronterizas del Kurdistán.
Los combatientes kurdos, los llamados peshmergas, participaron en la batalla en la provincia de Nínive (norte) cuya capital, Mosul, fue reconquistada el pasado 10 de julio por las fuerzas iraquíes.
La región autónoma acogió, asimismo, a cientos de miles de desplazados que habían huido de los yihadistas y los combates.
– Autónomo desde 1991 –
El Kurdistán iraquí, cuya capital es Erbil, se convirtió en una región autónoma en virtud de la Constitución iraquí de 2005, que instauró una República federal.
Esa región ya gozaba de una autonomía de hecho desde la guerra del Golfo de 1991. Tras la derrota iraquí los kurdos se sublevaron, pero la represión provocó un éxodo y obligó a Estados Unidos y sus aliados a instaurar una zona de exclusión aérea para proteger a sus habitantes.
En 1992, los kurdos iraquíes eligieron un Parlamento y formaron un gobierno. Pero esas instituciones quedaron paralizadas entre 1994 y 1998 a causa de los enfrentamientos mortíferos entre el Partido Democrático del Kurdistán (PDK) y su rival de la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK).
En 2003, los kurdos se unieron a la coalición internacional para derrocar a Sadam Husein y, a principios de 2006, establecieron una administración unificada.
Masud Barzani, elegido presidente del Kurdistán en 2005, llegó al término de su mandato en agosto de 2015, pero el líder del PDK permaneció en el poder a pesar de las críticas de la oposición. El Parlamento de la región fue suspendido en 2015.
– ‘Ha llegado la hora’ –
El 3 de febrero de 2016, Barzani afirmó que “ha llegado la hora” de que los kurdos de Irak se pronuncien mediante un referéndum sobre la creación de un Estado.
“Este referéndum no llevará forzosamente a la creación inmediata de un Estado [kurdo], pero permitirá conocer la voluntad y la opinión del pueblo del Kurdistán sobre su futuro”, declaró.
El 7 de junio de 2017, el Kurdistán anunció la celebración de dicha consulta este 25 de septiembre. El primer ministro iraquí, Haider al Abadi, dijo entender el deseo de los kurdos, aunque llamó a respetar la Constitución.
Muchos países extranjeros se oponen al referéndum, entre ellos los vecinos Irán y Turquía, que también tienen minorías kurdas en su suelo.
El 12 de septiembre de 2017, el Parlamento federal votó en contra de la consulta, y dos días después destituyó al gobernador de Kirkuk que había decidido organizar el referéndum en su región.