El gobierno acordó “requerir formalmente al gobierno de la Generalitat para que confirme si ha declarado la independencia”, dijo Rajoy ante la prensa tras presidir un consejo de ministros extraordinario.
El líder conservador explicó que ese requerimiento es “previo a cualquiera de las medidas que el gobierno puede adoptar al amparo del Artículo 155” de la Constitución, que da la potestad al gobierno central para suspender la autonomía.
El artículo en cuestión, nunca aplicado hasta la fecha, establece ese requerimiento como paso previo a la intervención de la autonomía.
Si Puigdemont no responde, el artículo 155 prevé que el gobierno central adopte, con apoyo de una mayoría absoluta en el Senado, “las medidas necesarias” para obligar a Cataluña “al cumplimiento forzoso” de la ley. Actualmente, el Partido Popular de Rajoy cuenta con esa mayoría en la cámara alta.
“En la respuesta que el presidente de la Generalitat dé a este requerimiento, ahí se marcará el futuro de los acontecimientos en los próximos días”, añadió Rajoy, asegurando que va a actuar “con prudencia y con responsabilidad”.
En su comparecencia el martes ante el Parlamento catalán, Carles Puigdemont dejó en suspenso la declaración de independencia de la región, para intentar abrir un diálogo con el gobierno español.
Acto seguido, Puigdemont, su gobierno y los diputados secesionistas mayoritarios en la cámara catalana firmaron una declaración escrita de independencia, que según el portavoz del ejecutivo regional, Jordi Turull, no fue más que “un acto simbólico”.
“La declaración de independencia la tiene que hacer el parlamento de Cataluña”, cosa que no ocurrió en el debate del martes, puntualizó Turull.
El gobierno de Rajoy insiste en la ilegalidad del referéndum de autodeterminación impulsado por el gobierno independentista de Cataluña el pasado 1 de octubre.
Puigdemont asegura haber ganado esa consulta -que no contó con garantías-, con un 90% de síes a la independencia y una participación del 43%.