La inseguridad es producto de la falta de confianza en una misma. La inseguridad genera temores, dudas y, si además va a acompañada de un sentimiento de ineptitud, puede llegar a paralizarnos. El día a día está lleno de decisiones que debemos tomar. Ya no se trata de decidir a lo grande el tipo de vida que queremos, sino de elecciones cotidianas. Pero al sentirnos inseguras, nuestra capacidad de decisión se reduce al límite. Tenemos miedo a equivocarnos.
Tenemos miedo a equivocarnos, a fracasar, a defraudar a los demás, a comprobar que somos incapaces de hacerlo, a hacer el ridículo…son miedos que provienen de esos pensamientos automáticos, negativos e irracionales que acompañan a los problemas de autoestima. Pero también son miedos irreales, porque en este momento estamos distorsionando la realidad y nuestra propia personalidad.
No hay ninguna persona tan incapaz o tan poco valiosa como la baja autoestima nos quiere hacer ver. Todas somos especiales para alguien o en algo. Y para ganar seguridad y confianza en nosotras mismas tenemos que encontrar eso que nos hace destacar. Ganar autoestima va de la mano de ganar confianza y seguridad y ese es el objetivo último.
Ejercicio para ganar seguridad
Porque al superar la inseguridad podemos tomar las riendas de nuestra propia vida, reconociendo nuestra valía objetiva y real, afrontando los problemas y aprendiendo de los errores. No buscamos la perfección, buscamos la felicidad. Uno de los mejores ejercicios para ganar seguridad se realiza a través de un diálogo interno.
Al tener la autoestima baja el diálogo interno que establecemos con nosotras mismas es negativo. Conversaciones del tipo, “me va a salir mal”, ” voy a hacer el ridículo”, “seguro que me equivoco” o “yo no valgo para esto” deben ser transformadas hasta convertirlas en positivas. “Por qué iba a hacer el ridículo”, “lo que importa es lo que yo piense, no lo que piensen los demás”, “me sentiré mejor si lo intento” o ” todo el mundo se equivoca”.
En ambos casos se trata de un diálogo irreal, pero puestos a transformar la realidad, mejor convertirla en algo positivo. Si nos anticipamos a lo bueno, en lugar de a lo malo, estaremos poniendo toda la energía de nuestro lado, por lo que hay más posibilidades de conseguir lo que queremos y sentirnos mejor.