Esta cantidad pagaron por dos breves escritos que Einstein entregó como propina en un hotel.
Las dos notas manuscritas y con la firma de Albert Einstein que el científico dejó a un mensajero como propina tras saber que le había sido concedido el premio Nobel, fueron rematadas ayer en Jerusalén, en una subasta que multiplicó por 200 el valor esperado, ya que una de ellas superó el millón y medio de dólares.
Einstein advirtió al sorprendido mensajero que guardase esos papeles, ya que en el futuro estos podrían valer más que una propina habitual, como finalmente ocurrió casi un siglo más tarde.
La casa de subastas Winners, que tenía en su poder las cartas, señaló que “en realidad no lo esperábamos, calculábamos que alcanzarían un precio final de entre 5 mil y 8 mil dólares, pero esto superó todas las expectativas, ya que se vendieron por 1.560.000 dólares”.
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