La guerra de divas del pop parece no tener fin. Katy Perry está lista para debutar como jueza en el popular reality musical American Idol y además de provocar revuelo con el sueldo que recibirá, la estrella del pop ha pedido a los productores que ni se les ocurra que los concursantes interpreten canciones de su gran enemiga Taylor Swift.
Katy olvidó que quería hacer las paces con la rubia y ahora no quiere ni que se la mencionen, pero ella ha disfrazado su petición con la excusa de evitar que se haga drama de esta situación.
“Si alguien se pusiera a cantar algo de Taylor, entonces todo trataría sobre la reacción de Katy y no la persona que está en el casting”, dijeron los encargados de producción.