Una mujer murió de forma trágica tras caer por una ventana por intentar tomarse una selfie.
Según los informes policiales, Toni Kelly, de Nueva Zelanda, terminó con su vida a causa de lesiones cerebrales que se causó al chocar contra el suelo.
Y aunque la muerte de la joven fue un suceso impactante, las autoridades tomaron como “una nueva oportunidad de vida” lo que sucedió luego.
Los órganos funcionales de la muchacha han sido donados a pacientes del hospital en el Reino Unido para salvar a otras personas, según una página de recaudación de fondos para ayudar a su familia, que asegura haber quedado devastada.