La industria francesa de pieles y defensores de los animales se enfrentaron esta semana por un nuevo servicio de atención telefónica destinado a las personas que sufren agresiones en la calle por llevar pieles.
La Federación Francesa de Oficios de las Pieles denunció el lunes un “recrudecimiento de los actos incivilizados” contra estas personas y anunció la apertura de un servicio para “escuchar, informar y orientar jurídicamente”.
“Cada semana, amantes de las pieles son víctimas de agresiones verbales o físicas en la calle por parte de militantes radicalizados”, deploró la Federación, que reagrupa unas 60 empresas, desde ganaderos a diseñadores.
PETA, que milita en defensa de los animales, reaccionó rápidamente.
“Las verdaderas víctimas son los animales explotados por la producción de pieles”, dijo PETA en un comunicado. “En esta industria cruel”, muchos animales “viven confinados en jaulas y son gaseados, electrocutados o golpeados hasta la muerte”.
La organización recordó que hay alternativas a las pieles.
Por otro lado, la Federación fustigó “la hipocresía de las firmas de moda, que, de repente, denigran las pieles para mejorar su imagen, pero continúan utilizando otros tejidos animales. Esta estrategia es corta de miras porque mañana el cuero, la lana y la seda también serán a su vez blanco de ataques”.
Muchas marcas se comprometieron a dejar de utilizar pieles animales, como recientemente la firma de lujo Gucci o la empresa francesa de prêt-à-porter masculino Devred 1902.
La primera en tomar la decisión
Una de las primeras grandes diseñadoras que tomó esa decisión fue la británica Stella McCartney, que tampoco utiliza el cuero en sus colecciones.
La Federación explicó que el sector francés representa “casi 300 millones de euros (350 millones de dólares) en volumen de negocios, y cerca de 2.500 empleos”, en un mercado en progresión, “del orden de un 5% anual”.