La actriz mexicana Salma Hayek, había optado por guardar silencio, pero finalmente reveló que también fue víctima del productor Harvey Weinstein.
“Tuve que aceptar que mi historia, pese a lo importante que era para mí, no era más que una gota en un océano de tristeza y confusión”, confesó Hayek en las páginas de opinión del diario The New York Times.
La estrella de 51 años, asegura que en los años en los que estaba tratando de abrirse paso en la industria, tuvo que enfrentarse al dueño de Miramax y sus peticiones constantes de encuentros sexuales.
Hayek cuenta que hizo una lista de todo aquello a lo que tuvo que decir que no. “No a abrirle la puerta a cualquier hora de la noche, hotel tras hotel, localización tras localización, donde aparecía de forma inesperada, incluyendo un lugar donde estaba haciendo una película en la que ni siquiera estaba involucrado”, escribió Hayek.
“No a ducharme con él. No a que me pudiera ver mientras me duchaba. No a que me diera un masaje. No a que dejara que un amigo suyo desnudo me diera un masaje. No a que me practicara sexo oral. No a que me desnudara delante de otra mujer. No, no, no, no…”. Dijo que no a todo eso, pero no al final tuvo que acceder a hacer una escena de sexo, con desnudos explícitos, junto a Ashley Judd, en ‘Frida’, la que iba a significar su consolidación como actriz de primera fila en Hollywood.
Era eso o el final de una película con la que había soñado durante mucho tiempo.
Hayek creyó de inicio que Weinstein era un gran talento en la industria y un hombre de familia que se fijó en ella por su talento.
Después descubrió la calaña de personaje con la que estaba lidiando; “sabiendo ahora lo que sé, me pregunto si mi relación de amistad con Quentin Tarantino y George Clooney fue la que me salvó de ser violada”.
Hayek se suma a una lista donde ya figuran otras 83 mujeres que han denunciado los abusos sexuales de Weinstein.
Todos esos relatos han acabado con la carrera del productor, uno de los grandes colosos de la industria.
Con información de Daily Mail
