A diario, miles de dispositivos se infectan de programas, virus y otros elementos que perjudican seriamente el rendimiento de los smartphones o tablets, en parte por desconocimiento de los usuarios, y por la seguridad de las propias tiendas oficiales.
Los investigadores de la compañía Kaspersky Lab infectaron, intencionalmente, un teléfono Android con una especie de malware nefasto; dos días más tarde, descubrieron que la batería del teléfono sobrecargado se había deformado, incluido el teléfono.
Este nuevo malware aprovecha la potencia del cálculo del teléfono para encriptar contenidos e inundarlo con spam, mensajes de texto que llegan de forma incesante al dispositivo, lo que significa que no vigilan a los usuarios sino que el objetivo es descomponerlo.
El virus es capaz de dejar cualquier teléfono infectado completamente inservible por lo que se recomienda mejor apagarlo antes de que tenga oportunidad de comenzar a encriptar sus datos, y un par de días después deforme la batería y la deformación.
Con información de Mashable