Una joven de 19 años, que sufre una enfermedad terminal, pidió hoy a la presidenta Michelle Bachelet “que le dé la eutanasia”, porque lleva cuatro años postrada en cama con intensos dolores “que ya no soporta”.
“Sólo pido descanso, le suplico que me dé la eutanasia porque ya no soporto mi cuerpo”, es la suplica que la joven hace a través de un vídeo que difundió en una cuenta de redes sociales.
https://twitter.com/DescansoParaPau/status/955057770281275393?ref_src=twsrc%5Etfw&ref_url=http%3A%2F%2Fwww.24horas.cl%2Fnacional%2Fla-historia-de-paula-la-joven-que-le-pidio-la-eutanasia-a-la-presidenta-bachelet–2634952
“¿Cómo no pueden entender que ya no puedo más?”, demanda la joven que se identifica como Paula Díaz y cuyo dramático relato se extiende por más de dos minutos.
La solicitud de Paula Díaz ha impactado a los chilenos, ya que este país sudamericano no dispone de una regulación sobre la eutanasia médica y vuelve a reabrir el debate sobre la posibilidad de que los enfermos terminales puedan decidir sobre su situación.
En declaraciones a Radio Cooperativa, su hermana Vanesa aseguró que “su cuerpo se ha ido apagando, ha ido fallando, ha ido degenerándose cada vez más al punto que ya no sabemos hasta dónde va a llegar porque ella dice que está cansada de luchar”.
Vanesa agregó que es (fuerte) el que “ella nos diga que no quiere luchar, que está cansada porque realmente no tiene una expectativa de mejora que es lo que también nos han dicho los médicos a nosotros”.
El diputado del Partido Liberal de Chile Vlado Mirosevic señaló este miércoles que “debe respetarse su voluntad” debido a que es un paciente que tiene un diagnóstico terminal.
“Sabe que su enfermedad es muy dolorosa y está sufriendo, lo lógico es que la sociedad chilena, el Gobierno y el Estado en general respete la voluntad para que ponga fin a su vida”, añadió Mirosevic.
El caso de Paula Díaz trae a la memoria el de Valentina Maureira, una joven de 14 años que sufría de fibrosis quística y que, “cansada de vivir con esta enfermedad”, también pidió a la presidenta Michelle Bachelet, en febrero de 2015, autorización para quedarse “dormida para siempre”.
Valentina Maureira, que fue visitada por la mandataria en el Hospital Clínico de la Universidad Católica de Santiago, y a quien el Gobierno le respondió que esa medida no estaba contemplada en la legislación chilena, pero le ofreció apoyo sicológico y el tratamiento médico para mejorar sus condiciones de vida, murió el 14 de mayo de ese año.
Fuente: EFE