Son muchas las generaciones que han crecido con las valiosas enseñanzas del Chavo del Ocho. El valor de la amistad, la imaginación y verdadero significado de una familia son solo algunas de las cosas que pudimos aprender de los momentos más memorables del inolvidable personaje de Chespirito.
Aquí te presentamos algunas de las lecciones que nunca vamos a olvidar del Chavo del 8:
#1 La imaginación es la mejor herramienta
#2 El dinero no compra la felicidad
Para un niño cuyo hogar era un simple barril y, cuyas pertenencias cabían en una pequeña bolsita, el Chavo era muy feliz. Chespirito nos enseñó que la felicidad no la compra el dinero y que lo importante está en el corazón.
#3 Nos enseñó a disculparnos cuando es necesario
El Chavo y sus amigos eran conocidos en el vecindario por sus maldades pero, al final del día, siempre sabían aceptar sus errores y pedir perdón.
#4 “Si eres joven aún, mañana viejo serás”
Chespirito nos enseñó que la edad es solo un número con esa canción que dice: “Jóvenes hay de ochenta y tantos años y viejos hay que tienen dieciséis. Porque vejez no significa arrugas y juventud no implica candidez.”
#5 A veces podemos juzgar mal a las personas
No. No fuiste la única persona a la que se le aguaron los ojos cuando toda la vecindad acusó al Chavo de “ratero”. Pero este episodio sirvió para recordarnos que todos cometemos errores y que a veces podemos juzgar a las personas incorrectamente. Lo importante es saber aceptar nuestros errores, pedir perdón y saber perdonar.
#6 La familia es algo más que la sangre
¿Recuerdas cuando el Señor Barriga se llevó al Chavo a Acapulco? A pesar de que el Chavo creció sin padres, hermanos o abuelos, nunca le faltó una familia. Al final del día, toda la vecindad velaba y se preocupaba por él.
¿Qué aprendiste tú del Chavo? ¿Cuáles fueron tus momentos favoritos? Dinos en los comentarios.