Una mujer no tenía planeado comprar una mascota, pero quedó conmovida al encontrar en los pasillos de un supermercado, un pez betta moribundo en un pequeño recipiente con agua tibia.
El pez no tenía aletas, y sus días estaban contados, por lo que Victoria Schild, decidió llevárselo y darle un bonito lugar donde pudiera pasar sus últimos días.
Convencida de la muerte inminente del pez, Victoria lo compró y lo colocó en un tanque más amplio en su casa, por lo que podría estar “cómodo” en sus últimas horas.
Pero la nueva mascota de Victoria no murió esa noche.
“Cuando llegué a casa, comencé a investigar todo lo que pude para ayudarlo a recuperarse, y probablemente en una semana de agua limpia y tibia, medicamentos y cuidados básicos comenzó a mejorar”.
La cola de Argo comenzó a crecer nuevamente y sus aletas volvieron a la normalidad, pero incluso Victoria no tenía idea de que se convertiría en un impresionante pez.
El pez se recuperó por completo y ahora luce orgulloso sus aletas rojo y azul.
“Espero que la historia de Argo pueda concientizar sobre la difícil situación de los bettas y otros peces en las tiendas de mascotas”, indicó Vitoria.
Con información de The Dodo