Copenhague – El rey Carlos XVI Gustavo, protector de la Academia Sueca, anunció esta semana una reforma de los estatutos de la institución que otorga el Nobel de Literatura para permitir la renuncia real de sus miembros, en medio de la crisis que atraviesa.
Cinco académicos han abandonado su asiento en la última semana y media -entre ellos la secretaria permanente, Sara Danius-, pero la medida es simbólica y solo se traduce en no participar en votaciones y actividades, ya que la pertenencia a la institución es de por vida y solo se eligen nuevos miembros cuando muere alguno.
Los estatutos de la institución fundada en 1786 no incluyen referencias a cómo dejarla por deseo propio, una opción “natural”, señaló en un comunicado la Casa Real, que alude a que la cifra de miembros que no participan ahora compromete “de forma grave” su funcionamiento e impiden una “reconstrucción necesaria”.
Solo once de los 18 asientos de la academia están ocupados -otros dos académicos la dejaron con anterioridad-, uno menos de los necesarios para elegir nuevos miembros y tomar decisiones, como las relativas al Nobel de Literatura.
“Es un punto de partida que se da por supuesto en el derecho sueco e internacional que quienes no quieran ser miembros de una asociación tengan la posibilidad de renunciar. Eso debe valer también para la Academia Sueca”, afirmó el rey en el comunicado.
La Academia Sueca se ha visto sacudida desde que en noviembre 18 mujeres destaparan de forma anónima los supuestos abusos cometidos