No hay palabras más terroríficas que “tenemos que hablar”, aunque éstas no siempre significan el final de una relación.
Ese momento de tensión en cualquier festival cuando la banda acaba de abandonar el escenario, tu corazón aún late al ritmo por el setlist que acabas de escuchar y tu cuerpo sigue pidiendo esa canción, la que sabes que no puede faltar en su repertorio. Sin embargo, se encienden todas las luces y sólo ves cómo algunos miembros del staff se mueven a lo largo de la tarima para recoger lo que parecen ser los restos de un concierto inconcluso. Pero lo sientes muy dentro de ti, esa banda todavía tiene mucho que dar, así que esperas paciente a que alguna de estas dos opciones ocurra:
Justo así te das cuenta de que el mejor concierto de toda tu vida se parece tanto al amor, y ese intermedio en el que no sabes si la banda regresará o no es brutalmente similar a escuchar la, a veces, muy temida frase “debemos tomarnos un tiempo”. Esas cuatro palabras que desde tiempos inmemorables han sido una verdadera tortura para quienes se encuentran en una relación —por llamarla de algún modo— disfuncional, no son necesariamente el final de todo, aunque hay quienes así lo creen.
El sexólogo y terapeuta de parejas Iván Rotella asegura que estas “mini-rupturas” no aparecen siempre con la intensión de terminar con un noviazgo o matrimonio, sino que hay momentos en que todo se vuelve tan sofocante que de verdad ambas partes necesitan un respiro de toda la intensidad en que han estado inmersos todo este tiempo, la cuestión que quizás es más complicada de resolver es encontrar la manera de sobrellevar dicho descanso sin que éste termine por arruinarlo todo.
La solución para Rotella y sus colegas está en una serie de actitudes y procedimientos que cada persona debe realizar durante este tiempo para así darse cuenta de qué es lo que realmente está pasando en su relación y tener claro hacia adónde va todo. Sólo así sabrán si pueden retirarse libremente o esperar un caluroso reencuentro.
10. Aunque necesitas de todo su apoyo, aléjate un poco en cuanto tus amigos comiencen a hablar mal de tu (aún) pareja; puede que sus comentarios sólo nublen las cosas para ti.
9. De nada sirve que dejen de verse si van a pasar el día mandándose mensajes. De modo que, aunque duela, deben separarse por completo para que su relación realmente sane o encuentren lo que quieren para su vida.
8. Si no ves cómo esta decisión puede influir en tu relación; quizás es mejor que hagas una lista de los pros y contras de haber llegado hasta este punto.
7. Tal vez esto se contradice con el punto 10, pero si van a reencontrarse sólo para tener sexo, puede que eso no esté tan mal como pensabas. De hecho, Rotella dice que el hecho de que haya sexo durante este tiempo supone una buena señal, pues significa que aún existe cierta atracción.
6. Considera si de verdad quieres regresar con esa persona, a veces estos tiempos no se piden porque de verdad exista un problema entre ustedes sino que alguno de los dos —o ambos— comienza a hartarse de estar constantemente al lado del otro sin la posibilidad de un respiro para sí mismo.
5. Haz las cosas que normalmente no harías teniendo a tu pareja cerca. Este es justo el momento de dedicarte algunas horas, así que no las inviertas entregándote a una aburrida y absurda rutina. Haz lo que de verdad te apasiona y habías dejado de hacer por estar siempre al lado de tu pareja.
4. Además de la lista de pros y contras, comienza a descartar todas las posibles causas que los hayan llevado a tomar esta decisión. Si aún tienen esperanzas de regresar, pueden comenzar por hablar sobre sus diferencias y todo lo que “hicieron mal” en el pasado.
3. Es importante que durante este periodo te concentres sólo en ti y en lo que quieres, así como en las actitudes que pudieron frenar esta relación que en un principio parecía indestructible.
2. Conoce a otras personas, hacerlo no significa que vas a dejar a tu pareja a la primera oportunidad, pero siempre es bueno sentir que no estás encadenado a una persona ni mucho menos a su recuerdo.
1. Permítete cualquier sentimiento, desde el odio hasta el amor hacia tu pareja. Esto te ayudará a definir mejor tus prioridades, así te darás cuenta de qué tanto lo quieres y por qué están pasando por una decisión tan complicada.
