Costa Rica jugará el Mundial de 2018 con una mezcla de jugadores de experiencia que imprimirá seguridad a los que el seleccionador Óscar Ramírez sumará el entusiasmo de un grupo de debutantes.
La brillante participación en Brasil 2014 cuando Costa Rica llegó por primera vez a cuartos de final, coronó a una generación de futbolistas de calidad con el salto al fútbol europeo.
Repetirán en Rusia 2018, el portero del Real Madrid, Keylor Navas, los defensas Óscar Duarte (Espanyol-ESP), Johnny Acosta (Aguilas Doradas-COL), Giancarlo González (Bologna-ITA), y Cristian Gamboa (Celtic-ESC); los centrocampistas Yeltsin Tejeda (Lausana-SWI), Christian Bolaños (Saprissa), Celso Borges (Deportivo La Coruña-ESP) y Bryan Ruiz (Sporting-POR), y los delanteros Joel Campbell (Betis-ESP) y Marco Ureña (Los Ángeles FC-USA).
En Rusia Bolaños se convertirá en el primer costarricense que asiste como jugador a tres mundiales tras su participación en Alemania 2006 y Brasil 2014.
La experiencia de Bolaños es comparable con la de Bryan Ruiz, Keylor Navas y Johnny Acosta, que están por encima de los 30 años.
Algo más joven es el resto de la base, pero con gran experiencia en Europa y en la selección.
“El listón de Brasil 2014 está bastante alto. Tenemos jugadores con más experiencia y gente con mucho entusiasmo que participarán en su primer Mundial dando la fuerza”, afirmó Ramírez.
Entre los debutantes en un Mundial sobresalen el espigado defensa Kendall Waston (Vancouver Whitecaps-CAN), el lateral izquierdo Ronald Matarrita (New York City-USA), el lateral derecho Ian Smith (Norrkoping-SWE), Daniel Colindres (Saprissa), Johan Venegas (Saprissa), David Guzmán (Portland Timbers-USA) y Rodney Wallace (New York City-USA).
El lateral izquierdo del Sunderland inglés, Bryan Oviedo, también estará en su primer mundial, el cual será una revancha tras quedar fuera de Brasil 2014 por una fractura de tibia y peroné.
Costa Rica está en el Grupo E del Mundial junto a Brasil, Serbia y Suiza, rivales a los que el seleccionador respeta y ha alabado por su presión, la intensidad de juego, la posesión de la pelota y el equilibrio en sus líneas.
El panorama de los ticos es menos complejo que hace cuatro años cuando le tocó compartir el llamado “grupo de la muerte” junto a Uruguay, Italia e Inglaterra, tres campeones mundiales.
Contra todos los pronósticos Costa Rica, dirigida entonces por el entrenador colombiano Jorge Luis Pinto, ganó el grupo de forma invicta, luego eliminó a Grecia en octavos de final y quedó fuera en los cuartos de final frente a Holanda en la tanda de penaltis.
Cauteloso, el seleccionador ha evitado las comparaciones con el Mundial de Brasil, pero ha prometido que los jugadores darán el máximo esfuerzo para cumplir con las expectativas.
Antes del Mundial, Costa Rica jugará amistosos frente Irlanda del Norte el 3 de junio en San José; Inglaterra el 7 de junio en Leeds; y Bélgica el 11 de junio en Bruselas.
Estos partidos servirán para que Ramírez afine su estrategia, pero principalmente para darle ritmo a jugadores que han mostrado bajo nivel recientemente o que se vienen recuperando de lesiones.
Christian Bolaños no ha jugado en dos meses por una fractura de tobillo de la que ya está recuperado. Además el punta Marco Ureña se repone de una fractura en un pómulo, y su compañero Joel Campbell ha tenido poca regularidad en el Betis por una lesión de rodilla.
La línea de tres defensas centrales y dos laterales veloces es el sello de Costa Rica durante la última década y el sistema con el que parecen sentirse más cómodos los jugadores.
Esta defensa también le permite al centrocampista Celso Borges acompañar más el ataque y lanzar, junto al ’10’ Bryan Ruiz, contragolpes a la velocidad de Campbell y Ureña, una fórmula que dio muchos réditos en Brasil 2014. EFE