Cuando Brianna iba en primer grado pesaba 45 kg, ¡y a los nueve años ya había llegado hasta los 84! La razón de esta situación era la falta de ejercicio y una dieta alta en calorías, rica en hidratos de carbono, azúcar y grasa, alimentos que abundaban siempre en casa de los Bong. Los buenos padres no se preocupaban por lo que comía su hija, lo que la llevó a adquirir obesidad.
Durante las vacaciones de Navidad toda la familia se esforzó por hacer paseos en el parque en una ruta de 6 kilómetros que alternaban con un poco de trote ligero. Una semana más tarde tuvieron los primeros resultados: ¡Brianna perdió tres kilogramos! Aunque el éxito era apenas perceptible, este animó a sus padres a seguir luchando por un cuerpo sano para su hija.
Ahora la familia Bond ha revisado por completo su dieta. Los alimentos grasos y productos que contienen azúcar se redujeron al mínimo. Además, cada día, todos los miembros de la familia, incluyendo a Brianna y su hermano menor, comenzaron a hacer una carrera en el parque.
A los once años, Brianna pesaba ya 36 kilogramos. ¡Se ha convertido en una verdadera estrella de su clase! Ahora ninguno de sus compañeros se atreve a burlarse de ella. El ejemplo de Brianna es admirable y si esta historia te llegó al alma, sin duda compártela con tus amigos.