La cumbre del G7 será el viernes y sábado en Quebec y se espera “conversaciones francas y difíciles” sobre comercio con el presidente estadounidense Donald Trump, sospecha el primer ministro canadiense, Justin Trudeau.
Trump decidió la semana pasada imponer a los proveedores del país fuertes aranceles para la importación de acero y aluminio, entre otros a Europa, Canadá y Japón, sus más cercanos aliados. En respuesta, todos decidieron apelar a la OMC y anunciaron medidas de represalia, al igual que China y Rusia. Europa y Canadá habían obtenido una excepción al principio, pero finalmente Trump les aplicó los mismos aranceles que a los otros.
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El ministro canadiense de Comercio exterior, François Philippe Champagne, expresó que el orden económico mundial está siendo atacado. “Continuemos trabajando juntos por un mundo comercial internacional donde no haya reglas para que nadie gane”, manifestó el ministro, refiriéndose también a las reformas de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Desde el viernes pasado, europeos y canadienses endurecieron el tono en el G7 ante Washington. Trudeau tendrá la oportunidad de hablar sobre el tema con el presidente francés Emmanuel Macron, esperado este miércoles en el parlamento de Ottawa.
“Estoy ansioso por recibir al presidente Macron esta tarde, será una ocasión para hablar de las relaciones entre Canadá y Francia, que van muy bien, pero también para destacar los desafíos que enfrentaremos en el G7, a fin de asegurarnos estar en el mismo tono”, declaró Trudeau.
Con información de AFP / Andrea Castillo
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