El fabricante de motocicletas Piaggio comercializará en 2019 una revolucionaria maleta esférica que sigue de manera autónoma al usuario sin perderse.
Vivimos en la era de la movilidad. Los avances tecnológicos han preparado nuestra sociedad con diferentes soluciones que facilitan algunos aspectos de nuestra vida. Lo primero que hacemos cuando entramos en la habitación del hotel es introducir la clave WiFi. No podemos estar desconectados. Los viajes han cambiado al mismo tiempo que Internet se hacía más y más grande. Pero pese a esa revolución, el turismo sigue tirando de un elemento imprescindible que apenas ha evolucionado en siglos, la maleta.
Al margen de las tendencias de moda, a su alrededor se han incorporado algunas características interesantes que están concebidas para que su transporte sea más liviano. Los robots han entrado en esta batalla también. Piaggio es conocido mundialmente como el pionero en la fabricación de scooters Vespa, pero ahora pretende diversificar su negocio experimentando con la tecnología autónoma. El invento de la firma destaca por su diseño esférico compuesto por dos ruedas similares a las de una bicicleta y por su particularidad, seguir al turista allá por dónde va. Como si se tratase de un mayordomo, el prototipo es capaz de seguir los pasos de su propietario sorteando obstáculos menores sin perderse gracias a unos sensores colocados por su toda su superficie.
Un robot sobre ruedas que, según los planes de la compañía italiana, estará listo para 2019, dos años después de su presentación en sociedad. El nombre de este invento es Gita («excursión», en el idioma de Leonardo da Vinci). Una propuesta dirigida a que el viajero no levante peso y pueda desentenderse de sus pertenencias. Por sus dimensiones es capaz de almacenar un peso máximo de 20 kilogramos, ligeramente inferior a lo que permiten facturar las principales aerolíneas. Puede moverse a una velocidad máxima de 35 kilómetros por hora y, según la empresa, ofrece una autonomía de hasta ocho horas, aunque únicamente si circula al paso de una persona, unos 5 kilómetros por hora.
De cara a proteger la carga, el sistema de desbloqueo incluye un sensor biométrico que solo se abre si se reconocen las huellas dactilares. Como si se tratase del simpático droide de la «Guerra de las Galaxias» que recorre las instalaciones de la Estrella de la Muerte, esta maleta inteligente es capaz de «hablar» con el usuario a partir de un juego de luces y sonidos que informa de ciertas circunstancias. No sabemos si dispone de una alarma antirrobos o si sabrá pedir un rescate si acaba en manos ajenas. Lo que sí está claro es que no estará sola en el mundo. Otras marcas ya trabajan en dispositivos similares, con lo que si triunfa, los aeropuertos van a tener una imagen distinta.
Autor: J.M. Sánchez