Una bebé de 10 meses murió por desnutrición en Michigan, Estados Unidos, pues sus padres rechazaron llevarla al médico, pues su religión se los prohíbe.
Seth Welch y Tatiana Fusari, de 27 años, fueron acusados de asesinato por felonía y abuso infantil en primer grado por la muerte de la pequeña Mary.
La autopsia reveló que la niña había fallecido por el cuidado negligente de la pareja.
Pese a que el bebé presentaba señales de evidente falta de nutrición y agua un mes antes de su muerte, los padres admitieron que no acudieron con el médico debido a “su falta de confianza en el personal médico y por motivos religiosos”.
El padre se negó a vacunar a su hija porque “Dios es soberano sobre la enfermedad”.
En el momento que les leían los cargos, Seth quedó boquiabierto, mientras que Fusaria rompió en llanto.