Los pequeños valles situados sobre la capa de hielo de la Antártida, en el Polo Sur, es el lugar más frío del planeta. La temperatura ahí es de -98 grados centígrados, es tan frío que si respiráramos solo un poco, en ese instante moriríamos.
Un equipo de científicos registró esta temperatura extrema en la capa de hielo en medio de la Antártida durante el largo y oscuro invierno polar. Según informan Geophysical Research Letters, el equipo cree que es la temperatura más fría que puede alcanzar nuestro rincón del sistema solar. Además rompió el récord anterior que databa de 2013 y que había colocado la temperatura más baja en -93 ºC en la Meseta Antártica Oriental.
El clima extremo no es apto para los humanos ya que si alguien inhalará unas pocas bocanadas de ese aire tan frío, sufriría una hemorragia en los pulmones. De hecho, los científicos rusos que comprobaron la temperatura de la estación meteorológica llevaron máscaras que calentaban el aire antes de inhalarlo.
Este nivel de temperaturas en la Tierra son posibles debido a los vientos ligeros y los cielos claros, pero no son el factor clave. Las pequeñas depresiones o huecos poco profundos en la capa de hielo de la Antártida, donde el aire frío, denso y descendente se acumula sobre la superficie y puede permanecer allí durante varios días. Esto hace que la superficie y el aire que está sobre ella se enfríen aún más.
El nuevo récord de -98 °C podría ser batido de nuevo si las condiciones ambientales necesarias se mantuvieran constantes por varias semanas, aunque se considera que es muy poco probable.
Por si sucede, el equipo de investigadores ya trabaja en el diseño de los instrumentos que les permitan sobrevivir y trabajar en lugares incluso más fríos, y medir las temperaturas del aire y la nieve.