Jason Gaebel y Kwame Anderson trabajan como repartidores de la cerveza Coors, en Minnesota, por lo que diariamente conducen un camión para ir a surtir de este néctar a la ciudad.
Al estar cerca, el conductor del camión le preguntó si se sentía bien, pero la respuesta fue alarmante:
Me quiero morir.
El hombre ya se encontraba del lado de la reja que da a la autopista, así que los repartidores decidieron detenerse y ver qué podían hacer para ayudar, mientras llegaban los servicios de emergencia, ya que la situación era alarmante.
El conductor le hablaba a este hombre desesperado y le decía: “Ven de este lado, hermano”, pero la respuesta era la misma, refiriéndose a su deseo de morir. Los repartidores decidieron bajarse y hablar con él, más de cerca.
La prioridad para ellos era calmarlo y aguantar la mayor cantidad de tiempo, para darle oportunidad a los cuerpos de rescate de llegar al lugar, situación que duró cerca de media hora.
Una vez que se habían acercado, estuvieron platicando, recordando lo que Denzel Washington hizo en la película El plan perfecto, en la que el actor entretiene a los delincuentes que han secuestrado a los clientes de un banco, pues su plan era platicar con ellos, para ganar más tiempo.
Después de un rato de conversación, Kwame le dijo al probable suicida: “¿Quieres tomar algo conmigo? ¿Sí? ¿Unas cervezas?”, a lo que el hombre respondió con un quizá, pero el repartidor se dirigió al camión y sacó una caja de 12 cervezas.
Regresó al lugar donde el hombre todavía estaba del otro lado de la reja de seguridad, y le dijo que si se pasaba al lado donde estaba él, todas esas cervezas serían para él…
Veamos el video y cómo terminó toda esta historia:
El hombre aceptó dejar el lugar en el que se encontraba, para beber las cervezas, pero en ese momento fue detenido por la policía y los cuerpos de rescate, así que no le dieron oportunidad de disfrutar de una cerveza…