Las autoridades bolivianas confirmaron hoy la muerte de uno de los policías que resultó herido en una emboscada a unidades de erradicación de cultivos ilegales de hoja de coca en la zona tropical de los Yungas, en el departamento de La Paz, mientras que otros siete agentes se recuperan en una clínica.
La Policía Boliviana expresó en Twitter sus condolencias por la muerte del teniente Daynor Sandoval Ortiz, fallecido en la víspera en “sagrado cumplimiento del deber”.
Sandoval era miembro de la Unidad Móvil de Patrullaje Rural (Umopar) de la fuerza antidrogas del país, confirmó por su parte al canal estatal Bolivia Tv el ministro de Gobierno, Carlos Romero.
Indicó que los otros siete policías heridos, cuatro de ellos también de Umopar, fueron trasladados a la ciudad oriental de Santa Cruz, donde reciben atención en una clínica privada.
El ataque ocurrió ayer en la tarde en la localidad paceña de La Asunta, cuando los policías realizaban labores de reconocimiento en la comunidad de San Antonio y “los comunarios hicieron uso de explosivos y armas de fuego”, según un comunicado difundido por el Ministerio de Gobierno antes de confirmarse el deceso de Sandoval.
Romero responsabilizó por lo sucedido a “grupos irregulares que están camuflados detrás de Adepcoca”, la Asociación Departamental de Productores de Coca de La Paz, entidad que, según la autoridad, ha llamado públicamente a resistir la erradicación de los cultivos ilegales de la planta en La Asunta.
El ministro apuntó sobre todo al presidente de Adepcoca, Franklin Gutiérrez, al que acusó de ser el “autor intelectual de este asesinato gravísimo contra las fuerzas del orden del país” y demandó que el Ministerio Público “actúe de manera inmediata”.
Según Romero, es la cuarta emboscada que han sufrido en la última semana las unidades policiales y militares enviadas a La Asunta para la destrucción de plantaciones ilegales de coca y la detección de posibles actividades de narcotráfico en la zona.
En los tres ataques previos resultaron heridos al menos cuatro uniformados.
Por su parte, el dirigente Gutiérrez ha asegurado a medios locales que los uniformados fueron quienes emboscaron a los comunarios durante una asamblea que sostenían en San Antonio y les dispersaron con gases lacrimógenos.
Gutiérrez acusó a las fuerzas del orden de haber saqueado algunas viviendas y negó la existencia de grupos irregulares en la zona como lo aseguran las autoridades.
La hoja de coca en Bolivia está consagrada en la Constitución por sus usos tradicionales, medicinales y culturales, pero una parte de la producción es desviada al narcotráfico para la fabricación de cocaína.
Bolivia tiene desde 2017 una ley que subió la superficie de cultivos legales de la planta de 12.000 a 22.000 hectáreas, una norma que causó molestia entre afiliados a Adepcoca por la legalización de plantaciones en otra zona del país y por ello están enfrentados con el Gobierno.
Los cultivos de coca en Bolivia se incrementaron en un 6 % en 2017, hasta situarse en 24.500 hectáreas, según un informe de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc) presentado esta semana. EFE