El británico Lewis Hamilton necesita superar a Sebastian Vettel por ocho puntos en el Gran Premio de Estados Unidos de este fin de semana para igualar los cinco títulos mundiales de Fórmula Uno que logró el argentino Juan Manuel Fangio en los años 1950.
Si lo hace, el británico de 33 años se unirá a Fangio, campeón en 1951, 1954, 1955, 1956 y 1957, solo superado por alemán Michael Schumacher, quien obtuvo siete galardones mundiales.
Habiendo ganado cinco de las seis carreras estadounidenses anteriores celebradas en el Circuito de las Américas de Austin, en Texas, Hamilton es el gran favorito para volver a lo más alto del podio y terminar la pelea por el título.
En cambio, a pesar de regocijarse con una ventaja de 67 puntos después de una racha de seis victorias en siete salidas, incluidas las últimas cuatro seguidas, el piloto de Mercedes ha hecho todo lo posible para prevenir cualquier señal de complacencia.
“Esa parte es fácil para mí porque soy muy, muy estricto en no ser complaciente con nuestra posición, y aún hay 100 puntos disponibles”, dijo Hamilton.
“Sé que todavía tenemos que seguir haciendo el trabajo, ahora hasta la última bandera. Ese es el objetivo: saber a partir de experiencias pasadas que pueden suceder muchas cosas”, añadió.
“Me centraré en las enmiendas y me gustaría que se centren en la fabricación del auto del próximo año, pero también en cómo podemos seguir extrayendo de este auto porque todavía hay áreas en las que podemos mejorar”, agregó el piloto.
Tras haber sufrido derrotas por el título en el pasado, especialmente en su primera temporada de F1 en 2007 y cuando su ex compañero de Mercedes, Nico Rosberg, lo venció en 2016, Hamilton puede aprovechar la experiencia amarga para lograr sus objetivos.
“Una cosa es soñarla y otra cosa es ejecutarla”, agregó Hamilton. “Sabíamos que tendríamos una dura batalla este año”.
– La consigna: no relajarse –
Hamilton agregó que “siempre planeo regresar con más fuerza en la segunda mitad de la temporada, y los preparativos que hice en mi descanso fueron acertados, y me permitieron rendir mejor”.
El estelar piloto británico puede permitirse ser conservador en sus carreras y aún tomar el título si Vettel y Ferrari no pueden vencerlo o ganar la carrera.
Pero si gana, el alemán debe terminar segundo para mantener sus esperanzas vivas. Tercero detrás de un Hamilton victorioso no sería suficiente para el germano.
Consciente de que fue Kimi Raikkonen, en un Ferrari, quien ganó el título de 2007 cuando Hamilton perdió impulso en las carreras finales y que el único otro ganador en Austin fue Vettel, con Red Bull en 2013, el británico sabe que no puede relajarse.
Su enfoque y tenacidad se encuentran entre las cualidades que su jefe de equipo de Mercedes, Toto Wolff, destacó cuando lo describió como un “un ejemplo de clase” y un conductor que es “más completo que nunca”.
Wolff también señaló que el alto nivel de Hamilton motivó al resto del equipo para rendir conjuntamente a mayor nivel.
También agregó que este título está “lejos de terminar” y que los resultados anteriores en Austin “no tendrán impacto” este fin de semana.
“Todo el mundo sabe que no podemos dar nada por sentado, así que seremos tan diligentes como siempre, mantendremos la calma y trabajaremos arduamente para obtener un buen resultado en Texas”, dijo Wolff, y agregó que Ferrari presionará hasta el final.