24 abril, 2024 | 12:41 am
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¿Estas en una relación tóxica?

Si quieres saber si tú o una persona cercana están  en medio de una relación tóxica, revisa muy bien esta lista de 8 señales para ver cuántas coinciden. Una o dos no deben despertar tu alarma. Pueden deberse a circunstancias como problemas económicos, de salud, o familiares. Pero si ves que te sientes identificado/a con la mayor parte de señales y que la situación se alarga en el tiempo, estás en viviendo una relación tóxica.

1) No puedes ser tú

Quizás al inicio no te das cuenta, pero a medida que avanza la relación, ves que para que no haya tensión y discusiones tienes que hacer muchas renuncias. Tienes que andar midiendo lo que dices y lo que haces y poco a poco vas renunciando a tu espontaneidad y a tu esencia. Es muy probable que haya amigos y otras personas a tu alrededor que te advierten de que esta relación no te conviene. Tú en el fondo también lo piensas pero tus sentimientos son tan fuertes que todavía crees que lo que los une es el amor.

2. Tienes que andar pies de  plomo

Empiezas a temer las reacciones emocionales de tu pareja porque sabes que son desmesuradas. Notas que tu pareja es realmente susceptible y cualquier cosa le puede sentar mal. Y cuando algo le molesta te hace sentir mal a ti con su desprecio, su enfado, su indiferencia… Así que poco a poco vas ocultando algunas cosas, las maquillas o las distorsionas para que no le sienten mal… Sufres permanentemente porque no tienes claro si lo que haces le va a sentar mal. Así, la preocupación constante empieza a formar parte de tu vida.

3. Te vas aislando del mundo

Tu pareja se muestra celosa y desconfiada y no les gusta que tengas otras relaciones importantes. Se enfada cuando sales con tus amigos, tiene celos de algún/a compañera de tu trabajo, no te deja tener tu espacio… Te va acaparando y terminas haciéndolo todo juntos. Ves que poco a poco vas renunciando a tu vida social para evitarte complicaciones. Confundes la posesividad con el amor y al principio lo valoras pero con el tiempo notas que estás renunciado a tu vida y te duele.

4. No puedes hablar de lo que realmente te importa

Te gustaría hablar con tu pareja de lo que te preocupa, de la relación, de sus  planes de futuro… Sin embargo hay temas de los que tu pareja se niega hablar. Simplemente se enfada, se va, te ignora o te menosprecia pero no consigues poner sobre la mesa lo que realmente te importa. Y como no puedes  hablar, no sabes realmente qué piensa o qué puedes esperar de tu pareja y de tu relación. Eso sí, con el tiempo te va quedando claro que hay una serie de temas tabús que no puedes tratar nunca. Y la lista se va haciendo cada vez más larga…

5. Siempre estáis discutiendo

Todas las parejas tienen roces y discusiones especialmente en algunas etapas de la relación como en los inicios de la convivencia. Con el tiempo se van conociendo y las peleas se hacen menos habituales. En cambio en tu relación forman parte del día a día por mucho que te esfuerces. Cualquier pequeño tema termina en una explosión y tienes cada vez más la sensación de vivir en un campo de minas. Es posible que a ti no te hayan gustado nunca las discusiones y no sabes cómo ahora forman parte de tu vida.

6. Tienes la energía y la ilusión bajo mínimos

Pasa el tiempo y el enamoramiento deja el paso al sufrimiento. Aparece el agotamiento, la falta de energía e incluso el malestar físico. No solo tienes que medir cada uno de tus pasos sino que además debes reprimir tus emociones. A tu pareja no le gusta que llores, que te coman los nervios o que te enfades y pierdas el control. Así que no solo te callas más a menudo de lo que querrías sino que además finges que estás bien. Pero el sobreesfuerzo tarde o temprano empieza a pasar factura.

7. Siempre tienes tú la culpa

Sea cuál sea el motivo de la tensión, terminas con la sensación de que tú eres la persona responsable de que las cosas vayan mal. Por mucho que te esfuerces, por mucho que renuncies, por mucho que intentes adaptarte, nunca es suficiente. Vives con la sensación de no dar la talla y de no ser suficientemente bueno/a. Si ya te sentías con poca moral, este sentimiento de culpabilidad te va hundiendo cada vez más.

8. Tienes que excusar a tu pareja ante tu entorno

Las personas que te quieren se preocupan a medida que ven cómo va la relación  y las consecuencias que está teniendo la relación sobre ti. Quizás han visto cómo te critica, te insulta o te humilla. Cada vez que te lo comentan, te descubres dando excusas para justificar a tu pareja: “no siempre es así”, “es que tenía un mal día”, “es que esta persona no le cae bien”, “ha tenido una vida muy difícil”… Pero va llegando un momento en el que las excusas no te las crees ni tú.

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