Cuatro títulos en las últimas cinco ediciones: ese es el espectacular balance del alemán Toni Kroos en el Mundial de Clubes, una competición que es talismán para él y donde aspira esta semana con el Real Madrid a coronarse en una nueva ocasión.
En caso de levantar el trofeo al cielo de Abu Dabi este sábado, Kroos, que cumple 29 años el 4 de enero, sumará este éxito a los que logró en 2013 con el Bayern de Múnich y en 2014, 2016 y 2017 con el Real Madrid.
Es el jugador que más veces ha sido campeón del torneo, igualado a cuatro coronas con el portugués Cristiano Ronaldo, que además de esas mismas tres con el equipo blanco logró el trofeo con el Manchester United en 2008. Pero el astro luso se fue en la pretemporada a la Juventus y no puede sumar una nueva estrella en este mes de diciembre.
Kroos y CR7 lograron destacarse el año pasado, en un Mundialito también jugado en el país emiratí, respecto a los barcelonistas Lionel Messi, Gerard Piqué y Sergio Busquets, y al ahora jugador del París Saint-Germain Dani Alves. Todos ellos fueron campeones con el equipo catalán en tres ocasiones, en 2009, 2011 y 2015.
En el ‘Media Day’ del Mundial de Clubes que el Real Madrid organizó a finales de noviembre, Kroos se mostró contundente sobre con qué actitud debe afrontar el equipo este torneo en Emiratos Árabes Unidos.
“Hay que ir allí e intentar ganar. Si juegas una competición con este club, la tienes que ganar”, afirmó entonces.
Kroos se toma muy en serio los Mundiales.
El primero que jugó fue el de categoría Sub-17 de Corea del Sur en el año 2007 y allí fue elegido el mejor jugador del torneo, en el que Alemania finalizó en tercer lugar.
Con el primer equipo de la ‘Mannschaft’ debutó en marzo de 2010 en un amistoso en Múnich contra la Argentina que entrenaba Diego Maradona y acudió al Mundial de ese año en Sudáfrica, donde jugó cuatro partidos, cayendo con su equipo en semifinales ante España, la futura campeona.
La gloria absoluta le llegó en Brasil en 2014, donde era titular indiscutible para Joachim Löw y donde su aportación fue clave, como en la histórica semifinal del 7-1 sobre Brasil, donde firmó un ‘doblete’ en el estadio Mineirao de Belo Horizonte. Días después conquistaba en Maracaná el título mundial.
– El desastre de Rusia –
Unos meses antes había sido ya campeón mundial de clubes con el Bayern de Múnich, que se impuso 2-0 en la final en Marrakech al Raja Casablanca.
Un año más tarde volvió al Mundial de Clubes, también a Marruecos, aunque entonces vestía la camiseta blanca y con el Real Madrid se impuso 2-0 en la final ante el San Lorenzo argentino.
Sus otros dos títulos mundiales con el Real Madrid fueron al ganar en Yokohama en 2016 al Kashima Antlers (4-2 en la prórroga) y en 2017 al Gremio de Porto Alegre brasileño (1-0) en Abu Dabi.
Pero su último recuerdo de un Mundial no es de aquel partido feliz, sino de la pesadilla que vivió con Alemania en Rusia-2018, donde los defensores del título se estrellaron en la fase de grupos.
Incluso pese a su espectacular gol en el descuento para ganar 2-1 a Suecia en el segundo partido y que parecía dar esperanzas de poder avanzar a octavos.
“Hoy era una final y a veces no lo tomamos como si lo fuera. Por momentos jugamos bien, pero no teníamos la sensación de que era una final y que teníamos que marcar”, lamentó entonces tras la derrota en la tercera jornada ante Corea del Sur, que enviaba a casa a los alemanes.
Ahora tiene la ocasión de sacarse esa espina en otra cita mundial, esta vez en su competición-talismán.
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