España, Francia, Alemania y Reino Unido dieron un ultimátum de ocho días a Nicolás Maduro para convocar elecciones so pena de reconocer a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela, horas antes de un pulso en el Consejo de Seguridad de la ONU sobre la crisis en el país.
“Si en el plazo de ocho días no hay una convocatoria de elecciones justas, libres y transparentes en Venezuela, España reconocerá a Juan Guaidó como presidente de Venezuela”, afirmó el presidente del gobierno español Pedro Sánchez en una comparecencia televisada ante la prensa.
Rápidamente, Francia y Alemania se sumaron con una formulación casi idéntica a este posicionamiento, el más explícito de un Estado miembro de la Unión Europea desde la autoproclamación del líder parlamentario opositor como presidente interino del país petrolero.
“Se sigue avanzando en la Unión Europea para el reconocimiento y apoyo pleno de nuestra lucha legítima y constitucional”, se congratuló en Twitter Guaidó, de 35 años.
Maduro todavía no reaccionó, pero la víspera dijo que en España “no tienen moral para dar lecciones a Venezuela ni ponerle ultimátum”.
El pulso se traslada ahora al Consejo de Seguridad de la ONU, que aborda esta sábado la crisis venezolana a petición de Estados Unidos.
Asistirán el canciller venezolano, Jorge Arreaza, y el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, cuyo país reconoció a Guaidó el día de su autoproclamación.
Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional de mayoría opositora, se comprometió el miércoles ante una multitud en Caracas a cumplir con la Constitución y encabezar un gobierno de transición que organice nuevas elecciones y saque del poder a Maduro, cuyo segundo mandato iniciado el 10 de enero considera “ilegítimo”.
Además de Estados Unidos, una docena de países de la región reconocieron al líder opositor, entre ellos Argentina, Brasil, Canadá y Colombia.
En cambio, Rusia y China, ambas con poder de veto en el Consejo de Seguridad, se muestran leales al oficialismo, junto con aliados históricos de Caracas como Turquía, Bolivia, Cuba y Nicaragua.
Otros, como México y Uruguay, proponen diálogo.
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– Mover ficha –
Hasta ahora, la Unión Europea se había mantenido prudente en pos de una posición común de los 28.
España movió ficha este sábado. “No buscamos poner o quitar gobiernos en Venezuela. Queremos democracia y elecciones libres”, precisó Sánchez.
Guaidó justificó su autoproclamación en tres artículos de la Constitución, referidos al vacío de poder con la renuncia, la incapacidad mental, la muerte del presidente o el abandono del cargo y otros sobre la defensa de la vigencia de la carta magna en caso de que se viole.
Maduro, respaldado por las fuerzas armadas venezolanas, lo califica de “golpe de Estado” orquestado por Estados Unidos, pero el viernes se ofreció a reunirse con Guaidó, quien respondió que no se prestará a un “falso” diálogo.
El jefe del parlamento convocó una “gran movilización” para la próxima semana.
Maduro llamó por su parte a una “rebelión popular contra el golpe de Estado”. “Pueblo, a la calle”.
Como parte de su hoja de ruta, Guaidó ofreció una amnistía a los militares que cooperen con una transición. De esta manera, este político prácticamente desconocido hasta hace unas semanas intenta romper el apoyo castrense a Maduro.
– Respaldo militar a Maduro –
Aunque el ejército respalda públicamente a Maduro, el pasado lunes 27 miembros de la Guardia Nacional sustrajeron armas de un puesto militar y se atrincheraron en el cuartel de Cotiza, un barrio popular del norte de Caracas.
Tras una escaramuza, los militares fueron detenidos.
Dos días después, coincidiendo con el 61º aniversario de la caída de la dictatura de Marco Pérez Jiménez, una muchedumbre se echó a la calle en manifestaciones convocadas a favor y en contra de Maduro, que se saldaron con al menos 26 muertos y 350 detenidos.
“Usurpador”, “dictador”, gritaba la oposición.
El agravamiento de la crisis ocurre en medio de una debacle económica de Venezuela, con una caída del Producto Interior Bruto (PIB) evaluada en 50% desde 2013 —el año en que Maduro llegó al poder—, un salario mínimo de siete dólares al mes y una inflación que en 2018 cerró en 1.700.000%.
Todo ello con la consecuencia de la enorme escasez de alimentos y medicinas que ha llevado a un éxodo masivo de venezolanos. Según cifras de la ONU, 2,3 millones de personas salieron del país desde 2015.