29 marzo, 2024 | 9:40 am
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Deportes

Osaka se corona en Australia y es la número 1

Con 21 años, Osaka es la número uno del mundo más joven en casi una década; Caroline Wozniacki tenía 20 cuando ascendió por primera vez a la cima en 2010.

Tan cerca de la victoria, Naomi Osaka de repente estaba dejando escapar la final del Abierto de Australia. Llegó a estar a tres puntos de campeonato, pero lo desaprovechó. Su ventaja considerable se desvaneció.

De pronto estaba jugando muy mal. Osaka gritaba contra sí misma. Sacó una pelota de la cancha. Se dirigió al vestuario después del segundo set con una toalla sobre la cabeza.

Naomi Osaka

Osaka se cubre con una toalla para reagruparse

Y entonces, después de regresar a la cancha, la japonesa fue capaz de revertir la situación tan rápido como cuando perdió 23 de 27 puntos. Reafirmándose, Osaka venció a la checa Petra Kvitova por 7-6 (2), 5-7, 6-4 el sábado para proclamarse campeona del Abierto de Australia y conquistar su segundo título de Grand Slam consecutivo.

“No quería quedarme con arrepentimientos”, dijo Osaka. “Creo que si no me hubiera reagrupado después del segundo set, entonces habría recordado este partido y probablemente me pondría a llorar o algo así”.

Por si fuera poco, Osaka se convirtió en la primera tenista de Japón — sea hombre o mujer — que alcanza el primer lugar de los rankings

“Un logro increíble”, dijo Kvitova, dos veces campeona de Wimbledon. “No hay duda que es una grande. Ya se verá lo que le deparará el futuro”.

Osaka añadió el trofeo de Australia al que se llevó en la final del Abierto de Estados Unidos en septiembre, y que siempre será recordado por la forma en que la subcampeona Serena Williams perdió un juego después de discutir con el juez de silla.

A diferencia de esa tarde en Nueva York, no hubo burlas de una multitud confundida. No hubo controversia. No hubo caos. No tuvo que compartir el foco de atención.

Estableciéndose como la nueva súper estrella del tenis, Osaka es la primera mujer que gana dos grandes seguidos desde los cuatro que Williams enlazó entre 2014-15.

Sin embargo, casi se le escapó la oportunidad contra Kvitova.

Osaka consiguió tres puntos de partido en el segundo set al quedar 5-3 y 0-40, cuando Kvitova tenía el saque. Pero la japonesa no pudo despachar a la checa. En cambio, se desdibujó por completo.

Eso le permitió a Kvitova recuperarse y tomar el control del partido, hilvanando cinco juegos para llevarse el segundo set y ponerse arriba 1-0 en el tercero.

En ese momento, Kvitova contaría después, creyó que tenía el partido encarrilado a su favor. “Al final no fue así”, dijo la checa.

A pesar de lo difícil que debió ser, Osaka se recuperó. Después de que Kvitova cometió una doble falta para darle la oportunidad de igualar 1-1, Osaka la capitalizó con un revés cruzado para el winner. Por supuesto, aún quedaba mucho trabajo por hacer, y hubo algo más de dramatismo cuando empezó a llover en el cambio de lado, justo antes de que Osaka intentara sacar con un 5-4 en el tercer set.

Esta vez, Osaka no titubeó. No dejaría que desapareciera su ventaja.

“Sabía que Petra no iba a poder seguir resistiendo tanto si Naomi lograba controlar esas emociones”, señaló el entrenador de Osaka, Sascha Bajin. “Y lo hizo divinamente”.

Osaka nació en Japón — su madre es japonesa, su padre es haitiano — y se mudó a Nueva York cuando tenía 3 años. Ahora residente Florida y tiene la doble nacionalidad. Osaka ya había hecho historia por ser la primera tenista de Japón — hombre o mujer — en ganar un título de Grand Slam. Ahora es la primera que escala a lo más alto de los escalafones de la WTA o la ATP.

Con 21 años, Osaka es la número uno del mundo más joven en casi una década; Caroline Wozniacki tenía 20 cuando ascendió por primera vez a la cima en 2010.

Y pensar que, hace un año, Osaka era la número 72 del ranking.

Vaya ascenso. Vaya ascenso tan vertiginoso.

Kvitova disputó su primera final de Grand Slam desde Wimbledon en 2014 — y la primera desde que fue apuñalada en la mano por un intruso en su residencia en la República Checa, hace poco más de dos años. Se tuvo que someter a una cirugía, se perdió los primeros 4 meses y medio de la temporada de 2017, incluyendo el Abierto de Australia, y temió que no volvería estar otra vez en la élite del tenis.

“Tuviste que pasar por tantas cosas”, le dijo a Osaka a Kvitova durante la ceremonia de premiación. “Me siento honrada de haber jugado contigo en la final de un Grand Slam”.

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