Y aunque no lo quieras reconocer, estas acá leyendo esta nota y de todo corazón espero que te sirva y puedas sanar eso que te daña tanto, pero no te preocupes no eres la única persona que esta pasando por esto, hay muchos mas que desean salir de algo a lo que yo le llamo un tipo de cáncer.
En ningún momento del año y para nadie es fácil superar la idea de que alguien nos dejó de amar. Ser rechazados en el amor es una de las situaciones más complejas de afrontar, pues entre los sentimientos de cariño, el apego y la costumbre, superar la pérdida se vuelve casi imposible.
Recientemente se descubrió que aquella sensación de necesitar de alguien, aunque esta persona no nos ame más, se relaciona con un fundamento biológico que dicta que a mayor rechazo, mayor ansiedad. Por lo tanto, entre más se niega nuestra expareja a regresar, más intensa se volverá nuestra obsesión por ella. De acuerdo con un estudio publicado en una edición de “Journal of Neurophysiology”, el amor puede convertirse en una adicción tan poderosa como la dependencia a la cocaína.
A mayor rechazo, mayor ansiedad
El estudio
Helen Fisher, antropóloga y bióloga de la Universidad Rutgers, llevó a acabo este estudio junto con otros colegas que analizaron el cerebro de 15 personas que habían sido recientemente rechazados amorosamente. Todos los participantes habían estado en una relación de aproximadamente dos años y no tenía más de dos meses de haber sido abandonados por sus exparejas. Cada uno tuvo que observar una fotografía de su ex y posteriormente una de alguien desconocido, mientras miraban las imágenes se les pidió contar de forma regresiva para que las áreas cerebrales no conectadas con la emoción también se activaran.
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Los resultados
Los investigadores descubrieron que la actividad más alta durante el experimento se encontraba en el área cerebral que reacciona cuando se posee una adicción profunda a la cocaína. Es decir, el rechazo de una pareja y el intento que hacemos por superarlo nos genera reacciones psicológicas y fisiológicas reales e importantes. Padecemos desde dolor físico, ansiedad, apego y dificultad para tomar decisiones cuando alguien que queremos decide alejarse.
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La obsesión
Los impulsos que nos hacen extrañar y desear a esa persona pueden llevarnos a una obsesión perjudicial. De ella derivan una serie de acciones nocivas para ambas partes del conflicto, pues cuando no se logra lidiar con el rechazo comienzan a surgir conductas insanas como el acoso, la desesperación, el dolor, la depresión o la negación.
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La solución
Así como no existe otra forma más que la abstinencia para curar una adicción a cualquier droga, superar una ruptura amorosa se vale de lo mismo. Nulo contacto y evitar a toda costa que algo o alguien nos recuerde a esa persona, nos ayudará para dejar de sentir que necesitamos de nuestra expareja para ser felices o poder vivir. Por otro lado, las experiencias nuevas y las distracciones son lo mejor para suplir la ansiedad por una dosis de dopamina. Todo lo que nos resulte novedoso o divertido hará que nuestro cerebro segregue esa sustancia, como si estuviéramos enamorados, pero ahora será de la vida y no de alguien que no nos quiere más.
A mayor rechazo mayor ansiedad, por lo tanto evitar que nos rechacen una y otra vez es la única forma de deshacernos poco a poco de esa obsesión que no nos deja seguir adelante. Sin llamadas, mensajes, citas, encuentros, ni ninguna otra opción que propicie nuestras súplicas y su repudio, podremos sacar de nuestro sistema aquel sentimiento que nos hace creer que aún estamos enamorados. Como cualquier adicción, el amor también es una dependencia que sólo a partir de la abstinencia podemos superar.