La escritora Elsa Punset en su libro «Felices», de la Editorial Planeta, plantea que la felicidad es una construcción fundamental para la salud mental, física y emocional de las personas.
En su narración se propone adentrar al lector en los diferentes legados que las distintas culturas fueron aportando respecto a la búsqueda de la felicidad. Una de las aristas que se propone profundizar tiene que ver con la alquimia y con cómo esta disciplina puede leerse como una metáfora para describir y transitar nuestro viaje por la vida.
La alquimia
Según la define Punset, la alquimia «es una disciplina paracientífica, espiritual y filosófica que combina la química, la filosofía la astrología, la medicina, la metalurgia, la naturaleza, el arte y el misticismo».
Uno de los principios fundamentales de la alquimia, dice la autora, es que vivimos inmersos en un mundo material que es solo la sombra o la proyección de una realidad mucho más compleja, que nuestros sentidos no son capaces de percibir.
La dualidad materia y no materia se refleja también en nuestro cuerpo físico, ya que está sometido a las leyes físicas del nacimiento y la muerte, pero también tenemos un cuerpo no-material: un alma, un espíritu. La alquimia a ello lo llama, dice la autora, «quinta esencia».
«Los alquimistas defendían que todos somos capaces de detectar y percibir esta realidad no material, pero que la sociedad nos entrena para ignorarla desde que nacemos. Su misión era pues encontrar la forma de recuperar esta dimensión de la existencia, para poder incorporarla en nuestra vida diaria», continuó Punset.
En esta línea, la alquimia se transformó en una metáfora para describir y transitar nuestro viaje por la vida en sus niveles físico, psicológico o espiritual. «En su aplicación psicológica la alquimia es una metáfora del trabajo que debemos hacer para lograr gestionar el caudal de nuestra mente y liberarnos de sus elementos menos agradables: los miedos, las creencias personales equivocadas o la baja autoestima, entre otros tantos», explicó la autora.
Ser un alquimista
«Cualquier persona interesada e implicada en su propio desarrollo psicológico es, de hecho, un alquimista. La alquimia te ofrece herramientas potentes para acceder a tu laboratorio interior», expresó Punset.
Según la autora, una de las ideas principales que propone la alquimia es que ninguna transformación puede considerarse completa si no se da en todos los niveles de la realidad: el nivel físico, el nivel mental y el nivel espiritual. «En el ámbito mental, las técnicas alquímicas intentan perfeccionar el carácter y la personalidad para lograr una transformación personal», sintetizó la autora.