En el 2011 se realizó una investigación en Australia, sobre la muerte masiva de los pastos marinos, un efecto que preocupó a los científicos ya que corría riesgo la población de delfines.
Los investigadores encontraron que las altas temperaturas oceánicas incidieron negativamente en las tasas de supervivencia y reproducción en las poblaciones de delfines, un hallazgo que sugiere que los mamíferos marinos pueden verse más afectados por el cambio climático de lo esperado.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Zúrich decidió estudiar los efectos del calor anormal en la población de delfines que viven en la bahía, los cuales se consideran un punto de referencia local.
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Detalles
La ola de calor redujo la tasa de supervivencia de la población de delfines de la bahía en un 12% y provocó que las hembras tuvieran menos terneros. Además, la tasa de natalidad de los delfines disminuyó en un 31,6%, y este efecto se mantuvo durante todo el período de observación.
Los autores sugieren que esto puede deberse a una mayor mortalidad de delfines recién nacidos, anormalidades en el comportamiento de los padres o un inicio tardío de la pubertad. Hasta el momento no se ha podido estudiar en detalle las causas de la disminución de la tasa de natalidad.
Calentamiento
Para los autores del estudio estos resultados muestran cómo los períodos de calentamiento anormal del agua pueden afectar a los organismos vivos no solo en la base, sino también en la parte superior de las cadenas alimenticias.
Según los científicos, a medida que cambia el clima por efecto del calentamiento global antropológico, las olas de calor ocurrirán con mayor frecuencia, y esto es una señal alarmante para los ecosistemas marinos.
https://emisorasunidas.com2019/03/01/ballenas-observadas-puerto-san-jose/
Océanos
Los océanos más cálidos contienen menos oxígeno, lo que puede causar la muerte masiva de peces. Los corales, hogar de muchos peces y otras criaturas marinas, también son extremadamente sensibles a las altas temperaturas.
Como se evidenció en las olas de calor que se produjeron entre los años 2016 y 2017, responsables de la desaparición de cerca de la mitad de los corales en la Gran Barrera de Coral.