En sociedad, conocemos la risa como un acto involuntario, una forma de comunicar el buen humor genuino. Para aprovechar todos sus beneficios, el yoga de la risa la utiliza como acto voluntario que después se convierte en espontáneo.
Yoga de la risa: reír puede ser terapéutico
La mente no sabe que la risa es falsa: esta es la base del yoga de la risa. No se practica con ninguna razón para reírse, aunque sí puede facilitarse la risa y romper el hielo de la situación a través de chistes compartidos en grupo, por ejemplo.
Este método de yoga fue desarrollado en 1995 por Madan Kataria, un médico de familia que residía en Mumbai, India, según Do You Yoga. Kataria buscaba maneras de aliviar el estrés de los residentes de una gran ciudad, así que decidió abrir un club de la risa para comprobar que si esta es, de verdad, la mejor medicina.
Lo que Kataria observó en estas reuniones, donde al principio se contaban chistes, es que las personas reían si veían a otros reír, aunque no hubiera razón para hacerlo; así descubrió que, para hacer a sus clientes reír, no necesitaba nada más que reírse él mismo, ya que la risa es contagiosa. El concepto despegó y se contagió mundialmente, transformándose en la disciplina que hoy conocemos como yoga de la risa.
En las clases, se combinan ejercicios físicos con ejercicios de respiración y sesiones de risa meditativa en medio de ellos. Lo que comienza como una risa forzada se convierte en genuina, porque los participantes se relajan y terminan divirtiéndose con la experiencia.
«El objetivo del yoga de la risa es construir un hábito diario que te permita traer más risa a tu vida», dice Celeste Greene, directora de un centro de yoga de la risa en Atlanta, para CNN. Es decir, el yoga de la risa te habilita a reír más en la vida diaria, no solo en clase. «Podrías reírte mientras estás en el tráfico o reírte mientras limpias la casa. Cuanto más ríes, más capaz eres de reírte ante lo que la vida te traiga.»
El yoga, por sí solo, es increíblemente beneficioso para combatir el dolor crónico. El yoga de la risa, aun más. «Uno de los beneficios más grandes de la risa es […] el cambio en la asimilación de las endorfinas que circulan naturalmente por tu cuerpo», explica Sophie Scott, neuróloga del University College de Londres. «Esos son los analgésicos del cuerpo. Tu habilidad para tolerar el dolor aumenta considerablemente.»