A principios de la década de 1940, Walt Disney le hizo una promesa a su hija Diane: adaptaría su libro infantil favorito de 1934, de la autora británica P.L. Travers llamado “Mary Poppins” en una película. Sin embargo, lo que el famoso animador no sabía en ese momento es que le tomaría mucho tiempo para lograr hacer eso.
Disney le ofreció a Travers una gran cantidad de dinero por su libro.
En el momento en que la película llegó a los cines de todo Estados Unidos, en agosto de 1964, habían transcurrido unos 20 años desde que Disney hizo esa promesa a su hija.
Travers estaba firmemente en contra de vender los derechos de pantalla. Lo que siguió fueron casi dos décadas en las que el propio Disney atrajo personalmente a Travers antes de que finalmente cediera en 1961.
Resultó que su eventual cambio de opinión estaba menos motivado por el aparente encanto de Disney, sino más por el dinero. Los derechos de autor de su serie Mary Poppins habían comenzado a disminuir en los años 60 y, según los informes, Disney le ofreció pagarle $ 100,000 (más de $ 800,000 para los estándares de hoy), más cinco de las ganancias brutas multimillonarias de la película. Disney también aceptó que Travers (o “Mrs. Travers”, ya que exigió que la llamaran) actuara como asesora de la película. Pasó varias semanas en el estudio de Disney en Burbank, California.
A pesar de la aclamación crítica de la película, muchos elogios y el éxito comercial, Travers no estaba encantada con la película. Disney le dio la aprobación final de su guión, pero no se le otorgó ningún derecho de edición cinematográfica. Después de proyectar la película, Travers quería cambiar algunas cosas, sin embargo, el cineasta se negó a hacerle cambios, y Travers estaba furiosa y prometió no volver a trabajar con él.
Travers supuestamente lloró en el estreno de la película. “Dije: ‘Oh, Dios, ¿qué han hecho?'”, Reveló más tarde. Entre sus disgustos estaban: las secuencias animadas, la casa de la familia Banks, el cambio en el período de su historia original, la apariencia atractiva de Poppins, el casting de Van Dyke y las canciones escritas por los hermanos Richard y Robert Sherman.
A pesar de las objeciones de toda la vida de Travers, Mary Poppins pronto recibiría una nueva vida, y llegaría a los cines una vez más en la secuela de diciembre de 2018, Mary Poppins Returns. La película, protagonizada por Emily Blunt esta vez en el papel titular, también incluyó apariciones de Hamilton Lin-Manuel Miranda, Angela Lansbury, Colin Firth, Meryl Streep e incluso el propio Van Dyke. (Por supuesto, Travers no podrá quejarse de su casting, ya que murió en 1996 a los 96 años).
El proyecto dirigido por Rob Marshall representó a la niñera que regresó a la vida familiar de los Banks en la década de 1930, irónicamente, 20 años después de la película original. Es tanto una oda a Travers como a la difícil situación del propio Disney durante décadas.
