El Gobierno de Nicaragua exigió a los opositores la “no repetición” de protestas masivas contra el presidente Daniel Ortega en 2018, que a su juicio fueron un “intento fallido de golpe de Estado”, un día después de que prometió “libertad definitiva” para todos los “presos políticos”.
“Todas las personas involucradas en el intento fallido de golpe de Estado, deberán comprometerse a la no repetición”, indicó el Gobierno, en una ampliación de su programa “para consolidar estabilidad y paz en Nicaragua”.
En su programa original, el Gobierno prometió “la liberación definitiva a más tardar el 18 de junio de 2019 de los excarcelados que se encuentran en sus casas en convivencia familiar o en arresto domiciliar”.
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La promesa gubernamental de liberación se dio el mismo día que la oposición anunció un paro nacional de actividades, en protesta contra Ortega, por no cumplir su compromiso de redimir a los “presos políticos” que, según los opositores, son al menos 809.
En su ampliación, el Gobierno también exigió a los opositores “el respeto absoluto de la Constitución y las leyes del país”, precisamente lo que la oposición reclama desde el estallido social de abril de 2018 a Ortega, a quien señalan de ser un “dictador”.
La Cancillería emitió un comunicado en el cual indica que el Gobierno "expresa su preocupación por la situación de inestabilidad y violencia registrada en la República de Nicaragua". pic.twitter.com/RDicMhh76H
— Emisoras Unidas (@EmisorasUnidas) June 1, 2018
Entre las leyes que los opositores deben cumplir, según el Gobierno, es la recién aprobada Ley para una Cultura de Diálogo, Reconciliación, Seguridad, Trabajo y Paz, criticada porque, según expertos, profundiza el control de Ortega sobre la sociedad nicaragüense.
La crisis de Nicaragua ha dejado unos 325 muertos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aunque organismos locales cuentan hasta 593, pero el Gobierno, señalado como responsable de la violencia, reconoce 199.