Una mujer canadiense fue atropellada por un tren en Piacenza, en el norte de Italia, a fines del mes pasado, y la noticia provocó la conmoción que es de esperar. Los servicios de emergencia acudieron de inmediato y otras personas presentes en la plataforma se apresuraron a intentar ayudarla. Todos, menos un individuo, que se habría de convertir en noticia y no por un buen motivo.
El hombre, vestido con camisa y bermudas blancas, aprovechó el accidente para hacerse un selfie con la víctima detrás.
Su acto provocó indignación generalizada entre los presentes en la estación ferroviaria. La policía lo abordó y le obligó a borrar la imagen.
El periodista Giorgio Lambri, que fotografió la escena el 26 de mayo, escribió sobre su experiencia para el periódico Liberta de Piacenza bajo el titular: “La barbarie que no esperas: el ‘selfie’ frente a una tragedia”.
También recogió la historia en Facebook, sugiriendo el título alternativo de “Houston, tenemos un problema”, debido a la aparente falta de brújula moral del hombre.
Corriere della Sera dijo que el hombre parecía estar haciendo un signo de “V para la victoria” con una mano mientras se tomaba el selfie con la otra.
Por su parte La Stampa hablaba de un “cáncer que corroe Internet”, y calificó al joven del selfie de ser un “autómata de Internet”.
El presentador de radio Nicola Savino dijo a los oyentes que la raza humana estaba “galopando hacia la extinción”.
La joven canadiense perdió una pierna en el accidente, mientras que el individuo del selfie -cuyo nombre no ha trascendido- ha sido investigado y no parece haber cometido un crimen, aunque sin dudas, su falta es de índole moral.