Cientos de viudas desafiaron esta semana en la localidad india de Vrindavan la tradición que les impone una vida de recato y bailaron lanzándose polvos de colores y flores como parte del festival de Holi.
Lo celebraron por sexto año consecutivo en esa localidad conocida como “la ciudad de las viudas”, en el estado norteño de Uttar Pradesh, a causa de los miles de mujeres que residen allí prácticamente en condiciones de pobreza tras enviudar, obligadas a cantar durante horas para ganar un poco de dinero y comida, o a mendigar.
Celebran
Mujeres como Krishnadevi, de 45 años y viuda desde hace 25, dejan por un día tras las puertas del centenario templo de Gopinath la tradición que en muchos casos les impone llevar el pelo corto, vestir de blanco (el color del luto en el país asiático) o simplemente comer algo sabroso.
Cubierta de polvos rojos, amarillos y azules, Krishnadevi dice sonriente a Efe que disfruta “enormemente” de Holi, un evento en el que participa desde hace cuatro años y que antes le parecía impensable por la norma social que excluye a las viudas de las festividades.