El programa A Primera Hora invitó al sacerdote Mauro Verzeletti, director de la casa del Migrante Misioneros Scalabrinianos, para comentar la reciente visita de la Secretaria de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (EE. UU.), Kirstjen Nielsen.
La funcionaria norteamericana se reunió ayer con los cancilleres de Guatemala, Honduras y México, y con la viceministra de El Salvador, en la cual acordaron luchar contra las organizaciones que alientan la migración ilegal hacia EE.UU. El gobierno norteamericano reiteró su compromiso de reunificar a familias separadas en la frontera sur.
Kirstjen Nielsen: “Tenemos retos urgentes que enfrentar y llegar a soluciones regionales”.
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Según el padre Verzeletti, el lenguaje utilizado por Nielsen es “xenofóbico”, aunque reconoció que en el problema de las migraciones tienen culpa los gobiernos de Centroamérica “por mantenerse callados”.
Mauro Verzeletti
¿Cómo analiza la visita de Nielsen a Guatemala?
Lo resumo en dos palabras: tragedia y caos. Estamos viviendo una tragedia y un caos con lo que se está haciendo con los niños en la frontera sur de EE.UU. con esas detenciones violatorias al derecho superior de estas personas inocentes que tienen derecho a tener una vida digna y segura.
El discurso del Gobierno norteamericano a través de su vicepresidente Mike Pence, se transforma en el mismo lenguaje para frenar la migración de centroamericanos y que las personas no tendrán suerte al llegar indocumentada.
Es un lenguaje xenofóbico. Ayer ya llegaron 11 unidades familiares a Guatemala: padres, niños y adolescentes.
“Más de 10 mil niños fueron separados de sus padres”, expresó el Canciller de México en reunión con Kirstjen Nielse.
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Nielsen dijo que los migrantes pueden pedir asilo, pero su mensaje confunde
Es una palabra para esconder todo lo que está detrás: el diálogo xenofóbico y racista. Si el asilo fuera puesto en práctica, las personas no deberían ser deportadas. Solamente cuando se acaba un debido proceso podrían ser regresadas a su país.
Es un discurso contradictorio del gobierno norteamericano. Es importante el asilo, pero están deteniendo a las personas, las deportan y no les dan las atenciones adecuadas.
¿Hay, entonces, confusión con declaraciones de Nielsen sobre el asilo?
Está generando un discurso que causa un enredo en la sociedad. No sabemos si las personas deben solicitar asilo en la frontera antes de entrar en EE.UU. o cuando ya entren.
Pero es muy complejo, porque la acción es detener. Entonces hay una fuerza que intimida a la gente para que no tomen acciones desde un primer momento. Muchas personas llegan estresadas, violadas en sus derechos, huyendo de la violencia y la pobreza.
Sin política migratoria
En 25 años, hemos visto tantos reveses en el tema migratorio. No ha habido una política de migración integral en el marco de la Conferencia Regional de la Migración (CRM).
Aquí influye el silencio de los gobiernos de Centroamérica, que no trabajan de forma conjunta. ¡Imagínense…! Tiene que venir EE.UU. y reunirlos en una mesa.
Si trabajaran unidos habría una estrategia… sería distinto, podrían negociar los derechos de los migrantes de modo especial, de los niños y adolescentes. Son personas que ameritan un futuro.
Presidente Trump por separación de familias: "que no vengan a Estados Unidos ilegalmente".
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¿A que vienen las familias, cómo vienen los niños?
Al principio hable de tragedia y caos en la frontera, cuando son detenidos y separados. La siguiente tragedia y caos es cuando llegan a Guatemala. El Gobierno tiene su responsabilidad. El equipo sicosocial de la Casa del migrante fue impedido a ingresar para dar acompañamiento a estar personas deportadas, que vienen con el trauma de la separación.
Personal de la Secretaría de Obras Sociales de la Esposa del Presidente (Sosep) los atendió en la Fuerza Aérea Guatemalteca (FAG), pero después los dejaron en la calle, abandonados.
Nosotros rescatamos a cuatro familias porque no tenían a donde ir. Yo pediría al Gobierno que tuviera mayor sensibilidad para las familias que regresan, para que les facilite sus procedimientos y la atención que requieren.
No podemos impedir un derecho humano que es migrar. Mientras los estados y los gobiernos levanten fronteras, mientras no exista justicia global e institucional, las migraciones van a seguir.
Varzeletti: “Pido que el Gobierno de Guatemala tenga más sensibilidad ante los migrantes cuando llegan al país, porque vienen un problemas”. #EUMigración pic.twitter.com/p0GKmazT1l
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