Un fisioculturista que participó el pasado mayo en el VI Campeonato Centroamericano de la especialidad, en Panamá, dio positivo por dopaje por once sustancias distintas, “un peligroso cóctel de anabolizantes y diuréticos”, dice un informe de la Organización Regional Antidopaje de Centroamérica (ORAD-CAM).
Durante la competición se llevaron a cabo controles de dopaje aleatorios a los participantes y se detectaron cuatro infracciones por presencia de múltiples sustancias prohibidas.
Según datos a los que tuvo acceso Efe, en las cuatro muestras se halló una mezcla de anabolizantes (estanozolol, oxandrolona, mesterolona, boldenona, clembuterol) y diuréticos o enmascaradores (clorotiazida, amilorida, canrenona) que están prohibidos por el Código Mundial Antidopaje.
El caso “más alarmante” fue el de un deportista al que se le detectaron once sustancias, una combinación que, según la ORAD-CAM, “supone un grave riesgo para la salud”.
Los nombres y nacionalidades de los cuatro fisioculturistas no han trascendido debido a la confidencialidad que exige el Código Mundial Antidopaje.
Todos ellos se enfrentan a sanciones de cuatro años, que solo podrían ser reducidas “si confiesan de forma inmediata o proporcionan ayuda sustancial a las autoridades antidopaje”, dice el informe de la agencia regional.
Las respectivas federaciones nacionales y la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) están al tanto y los casos serán resueltos durante los próximos meses.
Posteriormente, en el Campeonato Centroamericano Femenino de Fitness, disputado en julio en la ciudad de Panajachel (Guatemala), se detectaron varios casos positivos por sustancias muy similares a las descubiertas anteriormente y en las mismas combinaciones.
El doctor panameño Saúl Saucedo, presidente de la ORAD-CAM, dijo este jueves a Efe que les preocupa “realmente la cantidad de casos” que se encuentran en Centroamérica en fisioculturismo.
“En la última reunión de Junta (de OAD-CAM) los responsables centroamericanos hemos acordado incrementar la intervención en esta disciplina, en colaboración con las organizaciones deportivas nacionales y la Federación Internacional. Seguiremos realizando los controles establecidos y se impondrán las sanciones previstas en el Código, pero debemos incidir especialmente en las acciones preventivas y educativas”, destacó Saucedo.
“Queremos que los fisioculturistas centroamericanos entiendan que cuando participan en estos campeonatos representando a sus países, el dopaje no tiene cabida. Están poniendo su salud en grave riesgo al consumir sin ninguna justificación médica todas estas sustancias y se está falseando la competición en contra del resto de competidores y de los aficionados. En Centroamérica buscamos un deporte limpio y saludable y el fisioculturismo no será una excepción”, subrayó.
Los casos inquietan de forma especial dado que la disciplina del fisioculturismo formará parte del programa de los XI Juegos Deportivos Centroamericanos que se disputarán en Managua entre los días 3 y 17 de diciembre de este año.
En 2013, con carácter previo a los Centroamericanos de San José, se descubrió casi una decena de casos positivos, lo que condujo a la exclusión automática de los deportistas, quienes no pudieron participar en los Juegos.
En Managua 2017 el Comité Olímpico de Nicaragua (CON) ha previsto la realización de entre 350 y 400 controles de dopaje en todas las disciplinas, incluyendo el fisioculturismo, que será sometido a una supervisión especial.
Las muestras tomadas en el Centroamericano de Panamá se analizaron en el laboratorio acreditado por la AMA de La Habana (Cuba), el que habitualmente utilizan las autoridades regionales por su proximidad.
Los controles efectuados en el Centroamericano del pasado mayo respondieron por primera vez a una planificación según criterios de inteligencia: el fisicoculturismo estaba en el punto de mira de las organizaciones nacionales antidopaje ante la sospecha de “un uso descontrolado de sustancias dopantes”, señala el informe de ORAD-CAM.
La agencia regional ha descartado que los cuatro casos detectados respondan a un dopaje accidental, “debido al gran número de sustancias consumidas por los deportistas”.
El objetivo de ORAD-CAM es que los atletas y su personal de apoyo “conozcan la información fundamental y las consecuencias perjudiciales del dopaje”. La agencia está preocupada “por la forma en que esas sustancias llegan a los deportistas” y por “el tipo de asesoramiento que reciben para que las mismas sean utilizadas en combinaciones tan peligrosas”.
Por ello, se emprenderán “las investigaciones oportunas” y se informará de los resultados a las organizaciones deportivas centroamericanas, con el fin de “evitar que se vuelvan a repetir casos de este tipo”.
El español Alberto Yelmo, responsable legal de la ORAD-CAM, explicó que “una vez que la ORAD-CAM recibe comunicación de un resultado adverso, se notifica al deportista la infracción, las posibles consecuencias y todos sus derechos, incluyendo la posibilidad de solicitar una audiencia y la apertura de la muestra B”.
“Desde ese momento, el procedimiento arbitral continúa de forma independiente a la ORAD-CAM y es la Federación Internacional y la AMA quienes en última instancia reconocen la potencial sanción, que será pública y ejecutable universalmente. Hasta ese momento, todo el proceso es confidencial y no se pueden divulgar ni los nombres de los deportistas afectados ni detalles concretos de cada caso”, dijo.
Las normas que se aplican en Centroamérica coinciden con las del resto del mundo, si bien, según Yelmo, “hay que hacer un esfuerzo extra para que los deportistas comprendan todos los detalles del procedimiento, ya que el antidopaje es un área que todavía se encuentra en sus inicios” en esa región.
Los deportistas que no logren explicar el motivo de la presencia de las sustancias prohibidas en las muestras analizadas serán suspendidos durante un periodo de hasta 4 años y no podrán participar en competiciones deportivas de carácter organizado, incluyendo los próximos XI Juegos Deportivos Centroamericanos de Managua 2017. EF
