Los suegros de Pilar Garrido organizaron hoy una misa en honor a la española, asesinada en el mexicano estado de Tamaulipas, a la que no acudió la madre de la víctima y tras la cual el padre del presunto homicida defendió la inocencia de su hijo.
Un centenar de amigos y familiares de la pareja Fernández Garrido, la mayoría vestidos de blanco, acudieron a la misa celebrada en la iglesia de San Agustín, en Ciudad Victoria, capital de Tamaulipas, noreste del país.
Cerca del altar fue colocada una gran fotografía de Garrido y su marido Jorge Fernández -actualmente en prisión preventiva acusado del asesinato de su esposa- con su bebé, que ahora tiene un año.
En la misa fue evidente la ausencia de la madre de Pilar Garrido, Rosa María Santamans, quien no acudió porque se dedicó a hacer trámites para -según dijo la familia política de Garrido- preparar el viaje de ella y de su nieto de vuelta a España.
La suegra de Garrido, Adriana González, dejó escapar algunas lágrimas cuando se presentaba la comunión y al finalizar, los amigos se acercaron a ella y a su esposo para expresarles su respaldo con abrazos y saludos.
Tras la misa, el padre del acusado, Jorge Fernández Villarreal, dijo que no va a “creer las fantasías” que sostiene la Fiscalía de Tamaulipas.
“¿Cómo es posible que te pasen de ser víctima a ser un presunto asesino?”, se preguntó ante un grupo de medios.
El pasado martes, el esposo de Garrido fue detenido y el fiscal estatal, Irving Barrios, indicó que hay “indicios suficientes” para considerarle como probable responsable del delito de homicidio.
Dijo que Garrido “falleció a consecuencia de asfixia mecánica en su modalidad de estrangulamiento”, una práctica no asociada a los grupos delictivos de la zona, según argumentó.
No obstante, Fernández siempre ha defendido que el vehículo con el que regresaba con su familia tras unos días en la playa fue interceptado por dos personas que pretendían robar el auto, aunque al final únicamente se llevaron a su esposa.
El padre del detenido pidió que “se haga justicia y se resuelva el caso”, ya que la “inocencia” de su hijo está comprobada.
Recordó que su hijo proporcionó la descripción de uno de los secuestradores e incluso lo identificó: “Era un prófugo de la cárcel de menores de Güémez. No sé su nombre ni apodo, pero ahí se mencionó su nombre en la audiencia”.
Fernández Villareal rechazó que hubiera problemas maritales entre su hijo y su nuera.
“Ella tenía boleto (de avión) de ida y vuelta, va un par de veces al año a visitar a sus familiares”, explicó, y remarcó que los dos “tenían un proyecto de vida muy bonito”.
Fuente: EFE
