La Catedral Metropolitana de Ciudad de México, uno de los templos católicos más grandes y visitados del mundo, tendrá que ser reforzada tras sufrir daños en los campanarios por el sismo de 7,1 grados de septiembre pasado, informó este jueves un vocero de la Iglesia.
“Las torres tienen algunos daños estructurales. Sin embargo, es posible apuntalarlas desde el interior”, dijo a radio Fórmula Hugo Valdemar, vocero de la Arquidiócesis de México.
Durante el sismo que dejó 369 muertos en el centro del país, la mayoría en la capital, también se vino abajo y quedó destrozada la estatua de la Esperanza, del arquitecto español Manuel Tolsa, uno de los más importantes de la época colonial.
“No hay necesidad de cerrar la Catedral”, añadió Valdemar, al explicar que se siguen haciendo sonar las campanas de manera habitual, aunque por seguridad se suspenden las visitas al campanario.
La Catedral Metropolitana, construida en tres etapas de 1571 a 1813, es propiedad de la nación desde 1859 resultado de la separación Iglesia-Estado y toda reparación corre a cargo del gubernamental Instituto Nacional de Antropología e Historia.
La majestuosa construcción se asienta sobre la zona donde estuviera el Templo Mayor de los aztecas, pero por su peso y el subsuelo lacustre de la capital -asentada sobre antiguos lagos-, ha sufrido por décadas hundimientos, lo que ha motivado varias tareas de reparación y refuerzo.
En la década de 1960 se registró un incendio que causó severos daños a este recinto, localizado en el Zócalo (plaza central capitalina) y que a diario es visitado por miles de turistas nacionales y extranjeros.
El estado de Puebla (centro), igualmente sacudido por el terremoto y donde existen cientos de iglesias católicas de la época colonial, también registró severos daños e incluso derrumbes de esos recintos.