Los pacientes con la enfermedad reportan experimentar irritabilidad, trastornos del sueño, problemas para concentrarse, ansiedad y depresión.
Los signos corporales de la enfermedad incluyen dolor en las articulaciones, dolor muscular, dolores de cabeza, náuseas, fatiga, diarrea, dificultad para respirar, mareos, convulsiones y un ritmo cardíaco irregular.
Para los niños, los síntomas pueden incluir mejillas rojas, orejas rojas, hiperactividad, círculos oscuros debajo de los ojos y problemas de aprendizaje y comportamiento.