El vicepresidente del Parlamento venezolano ingresó a la embajada chilena un día después que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) anunciara la suspensión de su inmunidad para juzgarlo por “asociación, instigación pública continuada y uso de adolescente para delinquir”.
Guevara “sentía que había un riesgo a su seguridad e integridad personal, por lo tanto Chile siguiendo su tradición, sus principios, (lo) ha acogido por razones humanitarias y de derecho internacional”, como huésped, dijo Muñoz a periodistas.
Muñoz aseguró que Chile está dispuesto a brindar asilo político a Guevara, aunque “en estos momentos él no tiene intenciones de pedirlo”.
El diputado “es la séptima persona que ha solicitado protección, otros han solicitado asilo”, comentó el diplomático aludiendo a cuatro magistrados venezolanos que tras ser huéspedes en la embajada en Caracas escaparon a Colombia para pedir asilo en Santiago, donde arribaron hace dos semanas.
La entrada de Guevara a la embajada chilena generó un torbellino de críticas y acusaciones por parte de varios funcionarios del gobierno de Nicolás Maduro, entre ellos el vicepresidente, Tareck El Aissami, quien aludió a Colonia Dignidad, un enclave alemán que funcionó durante la dictadura militar en el sur de Chile para criticar la decisión chilena de brindar alojamiento al opositor.
Muñoz calificó “descriteriadas” las declaraciones de El Aissami al aludir a Colonia Dignidad, un lugar donde “ha habido torturas, desapariciones, abuso infantil”.
La oposición venezolana, con mayoría en el Parlamento, acusa al TSJ de servir al gobierno de Nicolás Maduro y perseguir a varios de sus opositores.
Por su parte, la Asamblea Constituyente oficialista y con poderes absolutos, investiga a Guevara por las manifestaciones de protesta contra Maduro que dejaron unos 125 muertos entre abril y julio.