Como una causa del destino y una casualidad, el guatemalteco Kevin Cordón describe la llegada a su vida del bádminton, un deporte que apareció en su infancia “de la noche a la mañana” y le ha permitido conseguir dos oros panamericanos y tres en los Juegos Centroamericanos y del Caribe.
“Yo no tenía ni idea de lo que era el bádminton y en ese entonces no era conocido en Guatemala. Entonces un señor llega a un gimnasio pequeño a dar a conocer ese deporte y a mí se me facilitó su práctica”, contó a Efe Cordón, que está en Santa Marta participando en los XVIII Juegos Bolivarianos.
El deportista guatemalteco de 30 años aseguró que la persona que llegó con el bádminton a su natal La Unión, una pequeña población del este de Guatemala, fue quien lo motivó a que siguiera practicando esta disciplina y dejara de lado el fútbol.
“Él me empieza a lavar la cabeza, en el buen sentido de decirme que si yo seguía entrenando podía salir a jugar a otros pueblos, podía conocer la capital y podía formar parte de una selección. Me lavó la cabeza para que yo me quedara definitivamente en el bádminton y dejara el fútbol”, detalló.
Sin embargo, no todo ha sido bueno en la carrera de Cordón, pues en el 2013 sufrió rotura total del ligamento cruzado de su rodilla izquierda y la recuperación fue tortuosa, por lo que espera nunca volver a tener una lesión similar.
“Son un montón de cosas negativas con las que uno tiene que lidiar el resto de la carrera deportiva, pero gracias a Dios eso ya pasó, fue un año muy difícil porque las terapias fueron con mucho dolor. No se sabía si iba a volver a hacer deporte profesional pero ya participé de todo el ciclo olímpico pasado”, aseveró.
Asimismo, Cordón, entrenado por José María Solís, indicó que las lesiones son normales en el deporte y hay que saber cómo manejar mentalmente la recuperación.
“Uno es consciente de que cuando hace deporte profesional siempre va a estar el riesgo de una lesión, tanto en entrenamientos como en competencias, y pues lastimosamente a mí me ha pasado. En ese momento uno no tiene la sabiduría, esa inteligencia de saber por qué pasan las cosas, pero esa es la vida de todo deportista”, añadió.
El guatemalteco dijo además que a la hora de prepararse para competir, la parte mental es la más importante porque cree que eso le permite jugar más cómodo y disfrutar de las pruebas.
“En mi caso hago una buena preparación y ahí ya llevo una gran ventaja mentalmente porque uno sabe que uno se preparó bien para sacar un buen resultado, para ganar partidos y al final es lo que me relaja, lo que me hace jugar más cómodo, es saber que hay que disfrutar de jugar, independientemente del evento”, manifestó.
Por ello prevé seguir trabajando para llegar a los Olímpicos de Tokio 2020 y para superar su mejor participación: los octavos de final de los de Londres 2012.
“En ese camino tenemos el otro año Centroamericanos y del Caribe, que es un evento importante para el país. Después vienen los Panamericanos y pues termina con los Olímpicos. Ese es mi camino a corto plazo y sobre todo el objetivo principal”, afirmó Cordón.
No obstante, señaló que no se va a meter presión a sí mismo prometiéndoles medallas olímpicas a los guatemaltecos, sino que simplemente dará lo mejor de sí cuando le toque jugar.
“Ya de por sí uno se pone una presión en el momento en el que uno tiene un objetivo de llegar a una medalla, yo nada más lo que prometo y hago es dar lo mejor de mí a la hora que me toca jugar cada partido y cada evento”, apostilló.
El primer paso para cumplir con su meta primordial es la participación en los Bolivarianos de Santa Marta, donde el equipo guatemalteco aspira a ganar por lo menos tres oros en las diferentes categorías.
“En general, el bádminton de Guatemala se preparó bien porque pasó a ser nuestro torneo fundamental del año, entonces tanto la Federación como el Comité Olímpico de Guatemala tiene altas expectativas en los Bolivarianos”, concluyó.